Preocupación y esperanza. Esas han sido las dos palabras utilizadas por el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, al ser preguntado sobre la situación catalana. El también presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha apelado hoy, 22 de septiembre, a la sensatez en la inauguración del curso académico 2017-2018 de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), de la que es Gran Canciller.
En declaraciones a los periodistas antes de participar en el acto, se ha referido al epitafio que reza en la tumba del expresidente Adolfo Suárez: “La concordia fue posible”. Una expresión que ha evocado para referirse al “ambiente de consenso” en el que se forjó la Constitución Española en 1978, de la que ha dicho que “votamos” todos y que ha sido “ratificada durante cuarenta años”.
Blázquez, en sintonía con la declaración conjunta de la Conferencia Episcopal Tarraconense, en la que invitaban al diálogo y a rezar “por el momento histórico” que está viviendo Cataluña, ha dicho que pide “al Señor que la sensatez venga sobre todos nosotros”.
“No olvidar los cimientos que nos hermanan”
El purpurado ha indicado también que la Carta Magna “ha regulado nuestra vida en común”, por lo que ha pedido no olvidar “los cimientos que a todos nos hermanan en un proyecto común”.
Respecto a la opinión de la Iglesia sobre el ‘procés’, Blázquez se ha remitido a la reunión que la próxima semana celebrará la Comisión Permanente en la sede de Añastro, al tiempo que ha reconocido estar “muy atentos todos y con mucha preocupación y también con esperanza”.
Sobre si es necesario cambiar la Constitución, Blázquez ha sido claro al advertir de que no tiene una opinión especial como obispo por lo que ha aseverado que son los ciudadanos los que tienen que ver si el texto tiene que ser retocado o no. En todo caso, ha mantenido que se haga por “los cauces legales” que la misma Carta Magna prevé.