No ha dejado lugar a dudas. La Audiencia Provincial de Cáceres ha dado a conocer la sentencia que confirma la condena a un sacerdote de Arroyomolinos a quince meses de prisión y cuatro años de inhabilitación para ejercer cualquier actividad relacionada con menores por delitos de exhibicionismo y abuso de un menor. De esta manera, se desestima el recurso presentado por los abogados del presbítero a la sentencia del Juzgado de los Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.
Ante esta sentencia, el Obispado de Cáceres ha reiterado lo ya expresado cuando se dio a conocer la resolución previa y ha expresado una “profunda consternación y dolor por el hecho de que un sacerdote haya cometido estos delitos” a la vez que subraya “máxima solidaridad con la víctima”.
Los abusos se remiten a septiembre de 2015, cuando el menor contaba con 15 años. Apartado del ministerio sacerdotal desde el momento de su detención, el proceso canónico sigue abierto, a la espera de lo que indique la Santa Sede para la resolución final del caso.
Se trata de un sencillo vídeo para sensibilizar en la no discriminación a los migrantes que busca hacerse viral. A través del fútbol. Con un mensaje claro: el 43% de los jugadores de la liga española son extranjeros. Hasta 49 países de procedencia. Es más, si uno reduce a las dos grandes estrellas del futbol mundial, son migrantes en nuestra tierra.
Sin embargo, la mirada hacia ellos dista mucho de quienes vienen en patera o atraviesan las vallas fronterizas. Es ahí donde radica la propuesta de Secretariado Diocesano de Migraciones de la Diócesis de Orihuela-Alicante en esta campaña llamada “Nada que perder, mucho que ganar”, financiada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Fondo Europeo de Asilo, Migración e Integración.
La discreción con la que ha iniciado su labor en Doctrina de la Fe el español Luis Francisco Ladaria contrasta con la cascada de entrevistas y exposiciones públicas del cardenal Müller. En la más reciente, en National Catholic Register, el ex prefecto califica de “situación seria” el reciente “corrección fraterna” emitida por un grupo de católicos ultraconservadores que califican de “herejía” las reformas del Papa Francisco.
Frente a ello, el alemán Gerhard Müller considera que el Papa debería nombrar a un grupo de cardenales que llevaran a cabo un “debate teológico” con los críticos, esto es, el llamado grupo de la dubia. El purpurado considera que de esta manera se podría resolver “las interpretaciones diferentes y a veces polémica de algunas declaraciones del capítulo VIII de Amoris laetitia”.
Müller se presenta como garante del “diálogo y la confianza recíproca” y él mismo advierte del riesgo de “polarización”. “Debemos evitar un nuevo cisma”, alerta el cardenal. Poco que añadir a esta nueva intervención. O tal vez sí: el artículo que le dedica el cardenal Fernando Sebastián en Vida Nueva. Punto y aparte.