En el marco del proyecto de sobrevivencia infantil liderado por Cáritas de Venezuela, desde 2016, los resultados del último Monitoreo de la Situación Nutricional en Niños Menores de 5 años registran un alarmante incremento del déficit nutricional, que ya alcanza al 68% de los niños evaluados en las parroquias de cuatro estados venezolanos: Miranda, Vargas, Zulia y Distrito Capital.
Aunque en esta oportunidad la agitada situación socio-política no posibilitó completar las jornadas de evaluación en Caracas, se ha detectado que “los niveles de desnutrición aguda, moderada y severa superan, en todos los casos, el umbral de severidad que define una crisis”, como se lee en el cuarto informe del proyecto, que corresponde al período abril-agosto de este año, donde también se afirma que “el peor mes fue julio en todas las parroquias, el cual fue un mes de mucha conflictividad interior que hizo más difícil el acceso a los alimentos”
Consultada por Vida Nueva, la directora de Cáritas de Venezuela, Janeth Márquez, destaca que “desde 2012 Venezuela se encaminó en una crisis en ascenso que impacta sobre la familia venezolana y para finales de 2017 tiende a convertirse en crónica, sobre todo porque comienza a afectar a los niños en todas sus dimensiones”.
La crítica situación de la niñez venezolana también se revela en su impacto social, incrementando la mendicidad y la delincuencia infantil, como explica la directora de Caritas: “Ya en Venezuela podemos observar niños desnutridos, niños al borde del abismo de la desnutrición, niños que ahora no huyen de la casa por un problema de violencia intrafamiliar o porque deben salir a trabajar como ocurría en el pasado, sino que ahora los niños están siendo sacados de sus casas para que consigan alimentos, para mendingar, para delinquir”.
“En el fondo, la crisis está quitándole al niño su mejor época, su momento de formación física y psíquica; la crisis está hipotecando el futuro de nuestros niños”, advierte Janeth Márquez, destacando que, ante esta situación, “Cáritas está acompañando, acogiendo y buscando formas de incidir para que la política pública que se implante sea en función de que los niños tengan vida y la tengan en abundancia”.
Ante esta compleja realidad, la directora de Cáritas tiene claro que “una intervención en emergencia no soluciona integralmente el problema”. En este sentido, propone tres estrategias para responder al déficit nutricional de los niños venezolanos.