Miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso durante ocho años y asesor de las comisiones episcopales para la Doctrina de la Fe y para las Relaciones Interconfesionales, el profesor José Luis Sánchez Nogales apuesta por el diálogo para contribuir a “un progreso humanizador, ético y espiritual” de los pueblos. ‘El islam aquí entre nosotros’ (CCS), su última obra, viene a sumarse a esta pretensión que ha presidido toda su vida sacerdotal y académica.
PREGUNTA.- ¿Cuál es la principal novedad de su libro respecto a otras publicaciones sobre el islam?
RESPUESTA.- En pocas páginas hace una síntesis de los elementos esenciales del islam y da las claves para comprender lo que ocurre hoy. Y lo hace con un lenguaje claro, para quienes parten de cero sobre esta religión o solo saben de ella por los actos terroristas protagonizados por musulmanes.
P.- ¿Hay voluntad real, “aquí entre nosotros”, de conocer mejor el islam?
R.- Hay un “estado de inquietud” en amplias capas de la población, justificado por el desconcierto generado a raíz de hechos criminales de un sector radicalizado de musulmanes. Esto impide ver el conjunto, las raíces religioso-políticas de estos hechos reprobables. La mayoría queda atrapada por el impacto emocional que provocan. Esto paraliza para conocer, distinguir, clarificar y, finalmente, rechazar y condenar lo reprobable.
P.- ¿Qué dificulta el diálogo con los musulmanes, más allá de la sombra del terrorismo?
R.- Una diferencia muy amplia en la comprensión de la relación entre sociedad-cultura (dunia), estado (dawla) y religión (dîn). Tres elementos inseparables en la mente del musulmán. Para una gran mayoría, el islam es todo, y les resulta imposible o muy difícil distinguir y clarificar la relación y diferencia entre estas tres dimensiones. Esta mentalidad hubo de ser superada tras la época constantiniana para llegar a la actual comprensión en Occidente. Hasta que quedó constituida la relación diferenciada entre el César (autoridad legítima), Dios (religión) y la cultura de la sociedad civil.
El islam y el método hermenéutico
P.- ¿Se acercarían posturas si el islam sometiera sus textos sagrados a un estudio histórico-crítico?
R.- Pensadores musulmanes reclaman actualmente abrir la hermenéutica (iˆytihâd) del Corán, la tradición (sunna) y los fundamentos (usûl) de la religión. Esto ha de partir de la comunidad musulmana con el uso de los actuales métodos hermenéuticos que ayuden al encuentro de un espacio de racionalidad común que posibilite el respeto y el entendimiento. Es la racionalidad postulada por Benedicto XVI en diversos encuentros y alocuciones relacionadas con el islam. Hoy estamos lejos de esta situación, pues no solo se trata de abrir la hermenéutica, sino de que llegue a las capas populares.
P.- ¿Por qué las religiones, llamadas a ser agentes de reconciliación, son todavía hoy motivo de discordia y hasta de conflictos armados?
R.- El problema no es la religión, sino el ser humano. Las religiones vistas en su globalidad son agentes de humanización, de creación de cultura, de educación y elevación de la dignidad de los pueblos. Pero, como toda obra con una dimensión humana, las religiones arrastran unas sombras propias de los hombres que las encarnan. Superar esas sombras que arrastran todas las grandes instituciones es resultado de un progreso humanizador, ético y espiritual que no observa el mismo ritmo en todas ellas. Ayudar a ese progreso es uno de los objetivos del diálogo. Otro elemento importante es la diferente concepción de la persona, que en el islam solo se entiende dentro de la comunidad (umma).
