América

La tragedia tras los huracanes se debe en parte a la clase política, denuncia la Iglesia dominicana

  • “Ésta ha permitido que las familias ocupen zonas vulnerables por temor a perder votos”: Conferencia del Episcopado Dominicano





La Iglesia Católica en República Dominicana ha denunciado, a través de su órgano de difusión oficial Camino, que la clase política, con tal de no perder votos, ha permitido que muchas familias instalen sus viviendas en lugares  de alto riesgo, proclives a inundaciones o derrumbes, lo que pone en peligro a los habitantes.

Lo anterior, debido a que los huracanes Irma y María, que afectaron al país con dos semanas de diferencia, provocaron grandes afectaciones tanto en viviendas como en vías de comunicación, dejando un cuadro de desolación para muchas familias que están pasando momentos difíciles.

Tan solo Irma, provocó un desplazamiento de más de 13 mil personas, mientras que María dejó devastado al sector agrícola, que ha perdido casi la totalidad de su producción, además de causar la muerte de dos personas, una por el derrumbe de una vivienda y otra al intentar cruzar una cañada desbordada.

El semanario Camino, que circula este fin de semana en todos los templos de República Dominicana, afirma que muchos de los nuevos damnificados son el resultado del aumento de asentamientos humanos en lugares vulnerables, como las orillas de los ríos, arroyos, cañadas y barrancos.

Los obispos dominicanos también denunciaron que esta realidad sigue creciendo frente a la indiferencia y complicidad de algunas autoridades, por lo que hicieron un llamado a que cada ayuntamiento se convierta en un centinela en su jurisdicción a fin de impedir la construcción de casas en zonas de riesgo, “más cuando sabemos que nuestro país se encuentra ubicado en la ruta de los huracanes”.

Ante esta situación, también propusieron que el Estado implemente proyectos de construcción de viviendas populares en lugares seguros, para ser entregadas a familias que carecen de un techo digno. En este sentido, consideraron que las comunidades pueden aportar algo con la mano de obra, “puesto que es urgente buscar una salida al déficit habitacional que tiene nuestro país”.

Finalmente, la Conferencia del Episcopado Dominicano pidió al Pueblo de Dios tomar en serio el proverbio popular de que ‘es mejor prevenir que lamentar’, pues según la ONU, unas 600 mil personas han muerto en los últimos 20 años debido a los desastres naturales ocurridos la mayor parte, en países pobres.

Según el Índice de Riesgo Climático 2016 de Germanwacht, República Dominicana ocupa el lugar número 11 entre los 183 países del mundo más afectados por el cambio climático, y el quinto en América Latina y el Caribe.

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