A través de un comunicado, el cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) expresó su “profundo pesar por el tiroteo mortal” en Las Vegas, que la noche del domingo 1 de octubre dejó un saldo de hasta el momento 59 personas muertas y más de 500 heridos.
“Despertamos esta mañana y nos enteramos de otra noche llena de terror indescriptible, esta vez en la ciudad de Las Vegas, y por todos los relatos, el más mortífero tiroteo masivo en la historia moderna de Estados Unidos”, señaló.
El cardenal DiNardo afirmó que su “corazón y sus oraciones”, así como las de sus “hermanos obispos y todos los miembros de la Iglesia, son para las víctimas de esta tragedia y la ciudad de Las Vegas; en este momento necesitamos orar y cuidar a los que sufren. Es hacer el bien, porque la oscuridad, nunca vence a la luz”.
Finalmente dijo: “Que el Señor de toda la mansedumbre rodee a todos los que sufren de este mal, y para los que han sido asesinados oramos, el descanso eterno les conceda el Señor, y brille sobre ellos una luz perpetua”.
Los hechos
Las primeras investigaciones de la policía norteamericana revelan que a las 22:00 horas del domingo 1 de octubre, un hombre de 64 años comenzó a disparar desde lo alto de un edificio de manera indiscriminada hacia quienes participaban en un festival al aire libre cerca de un casino de Las Vegas.
El presunto asesino, Stephen Paddock, se suicidó tras cometer el ataque, y hasta el momento se desconoce el móvil. Si bien el Estado Islámico ha reivindicado la masacre, no ha ofrecido pruebas, por lo que el FBI asegura hasta el momento que el hombre habría actuado solo.
Pésame del papa Francisco
Durante la mañana, el papa Francisco hizo llegar su pésame al obispo de Las Vegas, Joseph Anthony Pepe, a través de un telegrama firmado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.
“Profundamente triste” por la noticia, el Papa ha asegurado su “cercanía espiritual” a todas las víctimas y que reza por los heridos y fallecidos. Francisco también ha agradecido los esfuerzos de la Policía y el personal de emergencia que se ha volcado en esta tragedia.
El obispo de Las Vegas, agradecido por los que ayudaron
“Estamos rezamos por aquellos que han sido heridos, los que han perdido sus vidas, por el personal médico y los que acudieron en primera instancia, con coraje y sacrificio, para ayudar a los demás. Estamos muy emocionados por los testimonios de aquellos que ayudaron a otros en los momentos de crisis. Como nos recuerda el Evangelio, estamos llamados a ser los buenos samaritanos de hoy”, expresaba, por su parte, en una declaración el obispo de Las Vegas, Joseph Anthony Pepe.
El obispo Pepe anunció también que próximamente se celebrará una oración interconvesional en la Catedral Ángel de la Guarda de la ciudad, a la que invitó a participar “para pedir el final de la violencia”.
El cardenal de Chicago, a favor del control de armas
También otros líderes de la Iglesia católica estadounidense se han manifestado tras este atentado. Desde Chicago, el cardenal arzobispo Blase J. Cupich ha lamentado que “una vez más estamos en shock y horrorizados por las víctimas de un tiroteo en masa en nuestro país”.
El cardenal, que está profundamente preocupado por la tenecia de armas, aseguró que “reafirmamos nuestro compromiso con la no violencia y con centrarnos en las causas de estas tragedias. Nos unimos en oración y también para buscar un cambio de la cultura que ha permitido que estos acontecimientos se conviertan en algo habitual. No debemos acostumbrarnos a estos tiroteos ni a la violencia moral que sucede en nuestras calles una y otra vez”.
Y aprovechó su llamamiento para pedir un endurecimiento de las leyes relacionadas con el control de armas.