Un sacerdote fue asesinado ayer en Rionegro, Antioquia. Su nombre: Abelardo Muñoz. El hecho ocurrió en la mañana. Dos hombres que se movilizaban en motocicleta intentaron robarlo. El presbítero opuso resistencia y los asaltantes abrieron fuego.
Monseñor Guillermo Orozco, obispo de Girardota, jurisdicción a la cual pertenecía el sacerdote, lamentó lo ocurrido y levantó su voz de protesta. El prelado ha hecho llegar su consuelo a la familia del sacerdote y al clero de su diócesis.
El padre Muñoz tenía 41 años y era vicario del templo de Cisneros, en el norte del departamento. Se encontraba en Rionegro visitando a su familia, según informó la Conferencia Episcopal.
La institución también rechazó el crimen. “Los obispos oran por la paz y la reconciliación entre los colombianos”, dice el comunicado emitido hoy.
La muerte de Muñoz es el segundo caso de homicidio que sufre el clero colombiano en lo corrido del semestre. El 27 de julio el padre Diomer Chavarría, animador parroquial de Raudal, fue asesinado en el corregimiento de Puerto Valdivia (Bajo Cauca antioqueño). Según cifras divulgadas por la Conferencia Episcopal, desde 1984 suman noventa los sacerdotes asesinados en el Colombia.
