Entre el 26 y el 30 de noviembre tendrá lugar en Cali el Tercer Coloquio Internacional Afrodescendiente.
La actividad se enmarca en el Decenio Internacional para los Afrodescendientes declarado en 2015 por la ONU, con la idea de garantizar el pleno disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de las personas de ascendencia africana, y su plena e igualitaria participación en todos los aspectos de la sociedad.
En el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, de Bogotá, se llevó a cabo un lanzamiento del encuentro a realizarse en la capital vallecaucana.
Richard Moreno, procurador delegado para asuntos étnicos de Colombia, intervino en el evento. Su presencia sirvió para reflexionar sobre la necesidad de implementar lo pactado entre el Gobierno y las FARC en atención a las exigencias de las comunidades negras del país.
Como ha dicho el líder chocoano en otros espacios, el capítulo étnico de los acuerdos fue una conquista de las organizaciones sociales implicadas en los requerimientos y no una concesión de la mesa de La Habana. “El que eso se cumpla o no no depende solo del Gobierno, sino también de la capacidad política y de incidencia de los pueblos”.
Según explicó, las comunidades negras hacen parte de la porción de la sociedad más afectada por cuenta del conflicto armado. Desde la conciencia de lo mucho que los afro le han aportado a la construcción de la nación, Moreno llamó la atención sobre la necesidad de coordinar y concertar mecanismos no desarrollistas, en función de una mejor calidad de los afrodescendientes en Colombia; verdadero bienestar colectivo en sus territorios y garantías de reparación colectiva, no solo en atención a lo sufrido debido al conflicto armado, sino también debido a la disciminación estructural de la cual han sido víctimas históricamente. Esto implica, según el procurador, el respeto a los procesos de consulta previa, libre e informada; pero también la unidad de las organizaciones y de sus líderes.
“Ninguna de las acciones e instituciones que se creen (en el marco de la implementación de los acuerdos de paz) deben tener efectos regresivos”, advirtió. “Si queremos combatir el racismo estructural en Colombia hay que estar adentro de las instituciones donde éste se fomenta, para emprender la acción transformadora, que se da con conciencia y acción institucional”, agregó.
