Resulta prácticamente imposible que la crisis que se vive en Cataluña no se cuele por las rendijas de cualquier conversación, de cualquier evento. Así ha ocurrido en el primer encuentro del curso organizado por la Delegación de Apostolado Seglar de la archidiócesis de Barcelona.
Los dos nuevos obispos auxiliares, Sergi Gordo y Antoni Vadell, han reflexionado con los laicos de parroquias, realidades eclesiales y movimientos sobre los desafíos para la Iglesia en los próximos meses, incluyendo el próximo plan pastoral.
Y en medio de la conversación, apareció el procés. Los presentes mostraron preocupación por la tensión que se está viviendo en la región y se subrayó cómo algunos movimientos se han implicado pidiendo paz en Cataluña. A este respecto, Sergio Gordo subrayó que el papel que debe jugar la Iglesia y los laicos en este momento es ser “instrumentos de paz” para lo cual pidió prepararse con conciencia evangélica. “Y desde la fe”, apostilló el obispo Vadell.
Será el próximo sábado cuando el obispo de Málaga, Jesús Catalá, abra oficialmente el proceso diocesano de beatificación de tres causas relacionadas con 214 cristianos asesinados en 1936. La ceremonia, que tendrá lugar en la catedral, supone la conclusión de un trabajo de años de investigación para recabar datos de cada una de las personas que murieron por odio a la fe en el año que comenzó la Guerra Civil.
Aunque a priori las cifras pueden abrumar, lo cierto es que el clero de Málaga fue el más castigado de España en esta persecución religiosa. De hecho, fueron asesinados el 67% de los sacerdotes y el 75% de los religiosos, unas cifras escalofriantes que en este proceso se traduce además en muchos seminaristas que fueron formados por san Manuel Gónzalez, obispo de Málaga por aquel entonces.
No está de más aclarar que cuando se da un paso en este sentido hacia adelante, no se busca ni mucho menos remover el pasado o hacer gala de la memoria histórica. “Reconocemos una trayectoria de vida ejemplar, a imitar, un amor incondicional a Cristo hasta dar la vida. Lo que queremos es alentar a los seguidores de Cristo y enseñar que es posible seguirle y amarle incondicionalmente”, ha asegurado esta mañana en rueda de prensa Antonio Eloy Madueño, director del Departamento para la Causa de los Santos de la diócesis malagueña.
Creatividad. Creatividad. Creatividad. Es la llamada insistente que hacen una y otra vez Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco para conectar el Evangelio al mundo de hoy, para seguir al compás, de las nuevas generaciones. En Murcia parecen haber tomado nota y el próximo sábado Manos Unidas ha organizado una concentración de guitarras que busca promover la solidaridad a través de la música.
A través de un donativo de diez euros se colaborará con la renovación de una escuela en Senegal, en la que se forman niños y jóvenes del barrio de Tilène, a las afueras de la ciudad de Ziguinchor, Casamance. Del proyecto, que tiene un importe de 34.038 euros, se beneficiarán más de 1.222 alumnos. Los participantes están llamados a hacer sonar sus guitarras y sus amplificadores a un mismo son para después disfrutar de un concierto de dos bandas de rock: Juan Saurín y La banda de papá. Iglesia en salida que sabe sintonizar.