“Desde Irlanda del Norte hasta Barcelona decimos no al separatismo: la reconciliación es posible”. Así lo expresa Donal Mckeown, obispo de Derry (Irlanda), la ciudad que hace 45 años se hizo tristemente famosa a causa de la sangre. Y es que aquí tuvo lugar el denominado Domingo Sangriento, cuando el ejército británico asesinó a 14 inocentes.
Allí saben algo a cerca de muros, puesto que la isla está dividida en dos estados. Y Mckeown, ante la situación catalana, se manifiesta de esta manera: “Estamos viviendo un período de fragmentación, en Barcelona, como en cualquier otro lugar de Europa donde se está sintiendo el riesgo actual de división”, como indica Vatican Insider. Por eso, añade: “Queremos decir que es posible encontrar el camino de la reconciliación. Escuchar, hablar, sufrir juntos. Tratando de descubrir una nueva verdad”.
El prelado recuerda que “en esta ciudad se han dado los primeros signos concretos de ‘primavera’ en las relaciones entre las comunidades y entre las dos iglesias principales. Entre nosotros y los anglicanos, tanto en público como en privado, las relaciones son muy buenas”.
“La miseria de África es a menudo causada por nuestros líderes”
Los Obispos de toda África han expresado su consternación ante la miseria a la que están sometidos muchos pueblos africanos, acusando a algunos líderes africanos. Así lo han hecho saber los más de 200 prelados reunidos en Senegal para la reunión de Cáritas África, como recoge CRUX.
“Nuestros corazones están sangrando por ver que la miseria de nuestro pueblo es a menudo causada por algunos de nuestros propios líderes, en colaboración con las potencias extranjeras”, dijeron en una declaración.
Es por ello, que los obispos han dejado claro que con estas políticas, “al final, empujan a nuestros jóvenes al exilio o los convierten en militantes del extremismo político o religioso”.
Guam: la isla donde se han demandado 100 abusos
Testimonios desgarradores. National Catholic Reporter se desplaza hasta la isla estadounidense de Guam para conocer el testimonio de dos de los más de 100 hombres y mujeres que han presentado demandas contra la Archidiócesis de Agana, alegando abusos ocurridos entre 1950 y 1980.
La mayoría de los demandantes tienen entre 50 y 60 años. BJ sufrió abusos cuando tenía 11 años –ya ha cumplido los 57–. Fue violado en repetidas ocasiones por el padre Louis Brouillard, el entonces líder de los Boy Scout. “Me ató a un árbol, me violó y ahí fue cuando mi vida cambió”, relata en el mismo lugar donde sucedieron los hechos que describe. Sus padres lo oyeron gritar, pero pensaron que estaba poseído. Él no les pudo contar lo sucedido por miedo. Y es que eran tan devotos que le aterrorizaba la idea de que ni siquiera lo creyeran.
Con una población de un 85% de católicos, hasta la fecha, 16 sacerdotes han sido acusados de abuso sexual. Un tercio de ellos han muerto y algunos han dejado el sacerdocio. En el centro del escándalo está el funcionario del Vaticano de más alto rango en Micronesia: el arzobispo Anthony Apuron, quien ha sido acusado de abusar sexualmente de cuatro niños.
