España

Arzobispo de Zaragoza: “La Virgen del Pilar nos anima a construir juntos la patria común de todos los españoles”

  • Vicente Jiménez preside la misa en la catedral basílica de la ciudad, en el día de la Hispanidad
  • La homilía ha sido breve y apenas ha tenido referencias a la situación política en España





Con toda la solemnidad que el día requiere, a las 12 h. comenzaba en Zaragoza, en la catedral basílica de Nuestra Señora del Pilar, la misa en honor a la Virgen del Pilar, hoy 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad. “Madre de España”, ha llamado a la Virgen el arzobispo Vicente Jiménez Zamora.

El arzobispo, que ha presidido la eucaristía acompañado del Cabildo catedralicio y de varios obispos latinoamericanos, ha pronunciado una homilía tranquila, sin estridencias ni expresiones incendiarias de ningún tipo. Si bien es imposible no ver en sus palabras sobre “la unidad” un llamamiento a la convulsa situación que se vive en España a cuenta del conflicto político y social en Cataluña.

En una homilía breve y leída de recorrido, sin enfatizar en ningún párrafo en concreto, el arzobispo de Zaragoza ha destacado que “la Virgen del Pilar nos ayuda a no dejarnos dominar por el miedo y la desesperanza ante las dificultades actuales del secularismo y de la indiferencia religiosa, y nos anima a comprometernos en la construcción de un mundo nuevo en paz y reconciliación; sin violencia y terrorismo; nos impulsa a trabajar por una sociedad más fraterna y solidaria, donde no haya ‘ricos epulones y mendigos lázaros’, sino hijos del mismo Padre, que comparten la mesa de la fraternidad, y construyen juntos la patria común de todos los españoles: una casa unida por vínculos de fe, historia y proyecto común”.

Esa frase sobre “la patria común de todos los españoles” ha sido prácticamente la única referencia que podría entenderse como “política”.

El resto de la alocución tenía un horizonte distinto, un agradecimiento a la presencia de María como esperanza: “La Iglesia nos invita hoy 12 de octubre a levantar la mirada y el corazón a nuestra Madre; a acudir, llenos de esperanza, ante la sagrada columna y bendita imagen coronada de la Virgen del Pilar, que está cerca de Dios y cerca de los hombres”.

“Celebrar hoy a la Virgen del Pilar es hacer memoria de la Madre. No estamos huérfanos. Tenemos Madre. Y donde está la madre hay siempre presencia y sabor de hogar”, insistía un poco después.

“Las diferencias no destruyen la unidad”

Ha habido dos momentos en los que el arzobispo ha improvisado sobre el discurso que tenía preparado. El primero, cuando afirmaba: “Hoy Zaragoza es un inmenso mar de amores y de flores, pero porque está en medio la Virgen, la Madre, que nos dejó en medio su pilar como presencia. Sin Pilar no hay pilares”.

El segundo fue todavía más breve, apenas una frase [subrayada aquí en negrita] en la súplica final: “Virgen Madre del Pilar, ‘Estrella de la nueva evangelización’, ayúdanos a resplanceder en el testimonio de la comunión, de esa unidad –improvisaba– que agrupa las diferencias pero que no destruyen la unidad; el servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y del amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz”.

Iglesia de puertas abiertas

En clave más eclesial y diocesana, Vicente Jiménez se ha referido a la programación pastoral para este curso 2017-2018, asegurando que la Archidiócesis quiere ser fiel a las líneas marcadas por Francisco, a favor de “una Iglesia de ‘puertas abiertas’, acogedora, comunitaria, sencilla. Nos proponemos desarrollar una pastoral misionera: al encuentro de las personas, especialmente de los jóvenes y de las familias, con nuevos lenguajes”.

Hacia el final de la homilía, Jiménez reclamaba “fervor”, para que el mundo actual pueda recibir la Buena Nueva no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes y ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”.

“Que tu santo Pilar siga siendo raíz y fortaleza de la fe católica en España. Santa María del Pilar, Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros”, remataba.

El resto de la celebración ha transcurrido con normalidad. Durante esta eucaristía se ha estrenado la ‘Misa aragonesa’, compuesta por el maestro José María Berdejo Marin, director de música de las catedrales. Tras ella, se procedía a la ofrenda a la Virgen en el exterior de la catedral basílica y a la procesión.

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Evangelio del día

Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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