Durante unos trabajos de restauración llamó la atención el hundimiento de una parte del suelo en donde se encontró el inmenso hueco.
¿Restos arqueológicos? ¿La entrada de un túnel subterráneo? ¿Un pozo de agua de un antiguo aljibe? Muchas cosas han dicho en la prensa, pero la verdad es que todavía no se sabe de qué se trata el reciente hallazgo de un pozo en medio de la Catedral de Goya (Corrientes). Tanto el obispo Adolfo Canecín como algunos miembros de la delegación correntina de la Asociación de Arquitectos han pedido investigar para conocer los orígenes de tan extraño descubrimiento.
El hecho ocurrió mientras la diócesis de Goya se encuentra preparando las celebraciones y actividades de su Fiesta Patronal en honor a Nuestra Señora del Rosario. En medio de unas restauraciones en el templo, en donde trabajaban albañiles y arquitectos realizando tareas que son supervisadas por el propio obispo, se advirtió el desprendimiento de algunas baldosas por lo que fueron levantadas y sorpresivamente encontraron lo que sería un antiguo pozo, según indicó la agencia Télam.
De la Asociación de Arquitectos de Corrientes, Dacio Agretti señaló a Télam: “estamos acompañando desde la Asociación, delegación Goya, y observamos que hubo un pequeño hundimiento en baldosas, se descalzó un poco el piso, y se encontró un pozo antiguo que tiene un metro cincuenta de diámetro”.
En seguida, este arquitecto señaló algunos detalles interesantes, poco conocidos. “El templo tiene al menos 150 años, entonces podemos decir que esta estructura es de antes de su construcción (…) Hay historiadores de Goya que están interesados en el tema, y se va a leer los documentos del arquitecto Pinarolli que fue quien construyó la catedral”, relató Agretti. Y agregó: “ya hicimos un primer contacto con áreas del Instituto de Cultura para ver qué podría aportar”.
Agretti dijo también que “como es algo comunitario, el obispo pidió que se tomen el tiempo que sea necesario, que se investiguen bien, y cuando se sepa qué es, que se haga algún tipo de inscripción para que la gente esté informada de lo que hubo allí”. Y tranquilizó al pueblo goyano: “no está en riesgo la estructura del edificio, esto se dio sólo en una parte del piso en la nave central”.
En una nota en Norte de Corrientes, el periodista goyano Juan Cruz Velázquez informó que el espacio circular encontrado “se asemeja a la entrada de un túnel o un espacio contiguo que habría sido cerrado hace años”. Y escribió con lujo de detalles: “En 1806 se estableció el trazado rectangular del pueblo; Juan Francisco Soto donó un terreno (que corresponde al actual emplazamiento del templo) donde se comenzó la construcción de una capilla. En 1857 se emprendió la construcción del templo con las dimensiones actuales, tomando como parte la edificación existente. La antigüedad del edificio despertó interés en conocer sobre la construcción original en la base del templo mayor de la ciudad. En apariencia, tendría semejanza a una especie de entrada o túnel, aunque también podría corresponder a un pozo de agua o aljibe”.
“La historia de Goya da cuenta a través de los libros que la vieja iglesia está debajo de esta, y que había un aljibe delante, de donde se extraía el agua. Con el tiempo eso se fue socavando y se produjo esta depresión. Esto está confirmado por el obispo de Goya y ya se llamó a arquitectos para trabajar en el lugar. Por el momento, van a dar misa delante de esta pero esa parte está clausurada”, sostuvo Velázquez.
Fuentes del obispado goyano rescataron la nota de Velázquez por la información concreta y certera que brindó al público, ya que este tipo de hallazgos en construcciones históricas “siempre despiertan el imaginario popular”.