España

Cardenal Osoro: “En san Faustino hay dos pasiones tremendamente actuales: la religión y la educación”

  • El arzobispo de Madrid ha presidido en Roma la eucaristía de acción de gracias por la canonización del sacerdote español
  • “Quien se acerce a Faustino descubrirá a un explorador que sentía cómo el Señor le llevaba de su mano”, subraya ante 1.500 peregrinos calasancios





Hoy lunes 16 de octubre, en la Basílica de Santa María la Mayor, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha presidido una eucaristía de acción de gracias por la canonización, ayer, de Faustino Míguez, el sacerdote escolapio fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora.

“Compasión, amor y paz”

En una celebración multitudinaria a la que asistían más de 1.500 personas vinculadas la familia calasancia, llegadas de todo el mundo, Osoro ha destacado algunos de los dones del nuevo santo.

Lo ha presentado como un educador “que vivió con la sabiduría de quien se sabe elegido por Dios”, y cuya “vida es una vida de peregrinación y confianza absoluta en Dios”, describió, añadiendo: “Compasión, amor y paz fueron los ejes que estructuraron su vida y que le llevaron a amar a niños y jóvenes”, porque “la bondad y la misericordia de Dios le acompañaron durante toda su vida. Sentía que el Señor le llevaba de su mano”.

“En san Faustino hay dos pasiones que están escritas en nuestro corazón y tremendamente actuales –aseguró el cardenal–. Una es la religión, la adhesión a Dios y la necesidad de vivir su experiencia de Dios. Otra es la educación”. Y desde aquí resumió: “Acoger al niño es acoger a Cristo. ¿No es esto lo que necesita nuestro mundo?”.

Un momento de la homilía de Osoro

Faustino Míguez se ha convertido en el tercer santo escolapio. Precisamente, Osoro le ha relacionado con el fundador de la Orden, san José de Calasanz, pues, al igual que él, “quiso entregar la vida entera, sin condiciones. Quien se acerque a Faustino hoy descubrirá a un explorador”.

Más de un centenar de concelebrantes

Un nutrido grupo de obispos españoles asistieron ayer a la canonización, y hoy han concelebrado la eucaristía; entre ellos, el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; Leonardo Lemos, obispo de Ourense (diócesis natal de Faustino); y Joaquín Mª López de Andújar, obispo de Getafe, donde tuvo lugar la fundación de las Hijas de la Divina Pastora; así como el obispo de Jerez, José Mazuelos. También había un centenar de sacerdotes escolapios, encabezados por el superior general, Pedro Aguado.

Al finalizar la misa, la madre Sacramento Calderón, superiora general del Instituto Calasancio, alentó a los presentes a seguir el ejemplo de san Faustino “entre los más pequeños y abandonados”: “Hoy nos sentimos llamados a responder a las urgencias de nuestro mundo como supieron hacerlo nuestros fundadores”.


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