En la audiencia general de hoy miércoles 18 de octubre, el papa Francisco ha disertado acerca de un tema que hoy en día resulta muy delicado, como es la muerte, “una realidad que nuestra civilización actual tiende siempre a eludir”, ha dicho. “Esta ansia por evitar la muerte hace que cuando llega, no estemos preparados”.
En su ciclo de catequesis dedicado a la esperanza cristiana, el Papa ha explicado que la muerte muchas veces nos hace replantearnos nuestros actos; cuando estamos en peligro de muerte, vemos con mayor claridad cuáles de nuestros actos han sido realmente importantes “y nos lamentamos de no haber amado lo suficiente y no haber buscado lo verdaderamente esencial”.
“Jesús –ha proseguido Francisco– nos ha autorizado a sentir tristeza cuando un ser querido muere. Él se turbó profundamente ante la tumba de Lázaro”. El Papa ha asegurado que un hecho tan simple como Jesús entristeciéndose por la muerte de su amigo no solo nos permite el llanto, sino que además nos ayuda a entender que Jesús es Verdadero Hombre, está más cercano a nosotros. “En su llanto, vemos a Jesús muy cerca, es nuestro hermano”, ha asegurado Bergoglio.
Después, ha recordado a los fieles la resurrección de la hija de Jairo, concretamente las palabras de Jesús al propio Jairo, y ha explicado con suma claridad: “No temas, solo ten fe. Jesús sabe que Jairo está cerca de sumirse en la rabia y la desesperación, y le ordena aferrarse a la pequeña llama que hay prendida en su corazón: la fe (…). No tengas miedo, mantén viva tu fe”.
“Estamos todos indefensos ante el misterio de la muerte –iba concluyendo el Pontífice–, pero qué bueno sería si en ese momento mantenemos en nuestros corazones la llama de la fe. Jesús mismo vendrá a cada uno, nos cogerá de la mano como a la hija de Jairo y nos dirá ‘Ven, ven conmigo. Álzate’”.
El Papa ha finalizado su discurso explicando que “esta es nuestra esperanza frente a la muerte: la fe. Para el creyente, la muerte es una puerta que se abre por completo”.
Pésame por el atentado de Somalia
El Papa no ha querido finalizar la audiencia general sin expresar su profundo dolor por la matanza acontecida en Mogadiscio (Somalia) el sábado 14 de octubre, en la que han muerto unas 300 personas y que merece “la más firme condena”.
Francisco reza por los muertos, sus familiares y toda Somalia, y ha implorado por la conversión de los terroristas y animado a todos aquellos que trabajan por la paz en el “martirizado” país africano.
