Cinco siglos de la muerte de Cisneros y continúa siendo un gran desconocido. Al menos esa era la impresión que se palpaba ayer miércoles 18 de octubre, en la Universidad Pontificia de Comillas durante la presentación de ‘El tercer rey’ (La Esfera de los Libros), la nueva novela de Pedro Miguel Lamet. “Al finalizar el libro y, a pesar de haberme acercado tanto a él, he descubierto que todavía no le conozco”, aseguró el que fuera director de Vida Nueva.
Fue el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, fue el responsable de analizar la figura del que fuera regente de España a la luz de las páginas del escritor y periodista jesuita. Osoro realizó una pormenorizada radiografía de la novela –“lo tengo muy subrayado”, advirtió, para explicar cómo “toda la historia arranca con la historia de un hombre anciano y enfermo, pero lleno de sabiduría, que ya está de vuelta de muchas cosas”. El cardenal apreció el esfuerzo de Lamet por mostrar a un “hombre en búsqueda, con altura de miras e íntegro a pesar de las intrigas”.
El arzobispo de Madrid valoró especialmente cómo el libro aborda la conversión de Cisneros: “Abandona los criterios que habían guiado anteriormente para entregarse a Nuestro Señor Jesucristo. Este tiempo de su vida es clave para entender el servicio que hará posteriormente a España”.
Osoro también aplaudió el proyecto cultural de Cisneros en tanto que sabe que “la verdadera revolución de un pueblo empieza con la educación”, la mejor herramienta “para renovar el corazón y la mente”.
“Hace 26 años me encontré con el cardenal por primera vez cuando escribí un libro sobre confesores de los monarcas”, recordó el jesuita. “Cisneros no es un personaje cautivador. Ha provocado fascinación y rechazo, asombro e intriga. Él en sí mismo una personaje de novela, es una novela”, detalló sobre él. “Incansable trabajador, apenas comía y apenas dormía. Me recordaba al padre Arrupe en algunos momentos. Claro que era un hombre rarito, pero no menos cierto es que en tiempos recios se necesita esa mano recia y esa personalidad que tenía él”.
“Desgraciadamente aniversarios como este suelen pasar desapercibidos. Espero que esto no ocurra con el cardenal Cisneros”, aseguró el rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Julio Martínez, que ejerció de anfitrión del acto e hizo un paralelismo entre los tiempos vividos por el célebre purpurado:“Probablemente la Historia de nuestro país está siendo complicada, porque también lo está siendo para el mundo”, subrayó Martínez, que destacó cómo “en tiempo de desolacióny de crisis, aprovechan todos los que pueden para llevar el ascua a sus sardinas. No descartaría que las cosas que están pasando con los nacionalismos tengan que ver con las crisis que estamos viviendo a distintos niveles.
“Tuvo el enorme acierto de evolucionar con el mundo, su mutación es nítida”, apreció la profesora Henar Pizarro, profesora de Historia de Comillas, que le identifica como “la figura de consenso” en un período especialmente difícil “logró impedir que los descontentos desembocaran en algo peor”.