“Si escucho una protesta contra los refugiados en la que mis sacerdotes participen, tendré una respuesta rápida: serán suspendidos”. El arzobispo de Gniezno y primado de Polonia, Wojciech Polak, se muestra contundente en una entrevista con el semanario católico polaco Tygodnik Powszechny.
No hay sitio para un discurso antiinmigrantes en su diócesis. Suspensiones ‘a divinis’ para todos aquellos que vayan en contra del evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. Y el prelado se expresa de esta manera tras la manifestación de católicos ultraconservadores en la frontera, rosario en mano, en contra de la entrada de refugiados. Un evento, al parecer, apoyados por algunos curas.
Ante quienes critican que la política de acogida acabará por descristianizar Europa, Polak constesta: “No hay otro camino que tomar, ya que soy responsable de mi diócesis. En situaciones donde (los sacerdotes) apoyen explícitamente tengo que actuar de inmediato”.
Hubertus Leteng, obispo de Ruteng (Indonesia) presentó su renuncia a Francisco tras la presión de su clero. Y es que un total de 69 curas se rebelaron contra él acusándolo de malversación de fondos. Francisco la aceptó el pasado 11 de octubre.
La Santa Sede ha pedido al obispo que devuelva el dinero y le ha dado 10 días para que abandone la diócesis, según el padre Robert Pelita, que participó en una reunión entre funcionarios del Vaticano, la Conferencia Episcopal de Indonesia y la Diócesis de Ruteng. De hecho, un trabajador diocesano, indica a UCA News, bajo anonimato, que Leteng ha prometido devolver los fondos. Así, al parecer, ya habría depositado 5.500 dólares.
Leteng había sido señalado por parte del clero, entre quienes se encontraban varios vicarios, ante el nuncio del país, Antonio Guido Filipazzo. La realidad es que los sacerdotes acusan al obispo de apropiarse de forma indebida de más de 100.000 dólares de fondos diocesanos. El prelado, pese a ser preguntado en numerosas ocasiones, no aclaró el destino de ese dinero. Los sacerdotes sospechan que el dinero fue para una mujer con quien el obispo tendría una aventura, según relatan varios de ellos.
“El mundo masculino no es todavía sensible al problema” de la violencia machista. Lo dice el cardenal presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, Gianfranco Ravasi. Y añade: “Contra el feminicidio no sirve la educación sexual, porque los jóvenes de hoy ya lo saben todo; sirve una educación cultural”.
Tras las preguntas de los estudiantes de las escuelas romanas en las dos sesiones de la Corte de los Gentiles dedicadas al tema de la violencia contra las mujeres, ahora habla el purpurado. Y lo hace desde la realidad italiana, donde el nivel de homicidios “es de los más bajos del mundo”, pero, por otro lado, “es el que presenta unos niveles más altos de feminicidios”.
La violencia contra las mujeres pone de manifiesto que “originalmente existe un elemento cultural vinculado al machismo y una sociedad que considera a las mujeres como inferiores”, como señala Ravasi en una entrevista a La Stampa.