En la mañana de hoy viernes 20 de octubre, se ha presentado en rueda de prensa en la Sala Stampa de la Santa Sede la Jornada del Domund de este año, que se celebra este domingo 22 de octubre. En dicho acto han intervenido el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Protase Rugambwa, presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP); y Tadeusz Nowak, secretario general de dicha institución.
En primer lugar se ha proyectado un vídeo de tres minutos con imágenes de obras misioneras. A continuación, el cardenal Filoni ha querido comenzar su intervención explicando qué es la misión, refiriéndose a palabras de Jesús: “Jesús dijo: ‘En esta misión de enseñar estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos’. La misión no es algo nuestro, Jesús está con nosotros en ella”.
Después, el obispo Rugambwa ha hablado de “salvar a la infancia a través de la infancia”, refiriéndose a la importancia de la educación de los niños de cara a la misión: tanto a niños del primer mundo como del tercero, ya que es el mejor momento para concienciarles sobre los valores misioneros.
Además, ha insistido en la idea de que formar a los sacerdotes para las misiones no es el objetivo, sino “formar a los curas para que ellos formen a los laicos. La misión no es cosa de religiosos solamente, es universal”.
- LEA TAMBIÉN: Domund 2017: “Hoy no es necesario ser monja para ser misionera”
- PLIEGO: Domund 2017: ¡Adiós, misionero!… ¡Hola, misión!
Tadeus Novak ha sido el último en intervenir, resaltando la importancia de que la misión sea obra pontificia, ya que eso la convierte en “un instrumento del Papa para ayudar y estar cerca de toda la Iglesia en el mundo entero”.
El cardenal Filoni ha sido preguntado por la inclusión en el vídeo inicial de varias imágenes de un convento de clausura, y este se ha mostrado agradecido por la pregunta. “La misión no es cosa solamente de misioneros, también la oración cuenta dentro de la misión”, ha contestando, y ha puesto como ejemplo el de santa Teresa del Niño Jesús, “que no salía de su convento, pero acompañaba con su oración a los misioneros, algo que todos deberíamos hacer”.
