Ha iniciado en México el Año de la Juventud como un tiempo intensivo de preparación para unirse como Iglesia nacional a la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos con el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, a realizarse en Roma en octubre del 2018.
Con este motivo, la Iglesia en México ha enviado un mensaje al Pueblo de Dios que peregrina en el país, destacando la riqueza que los adolescentes y jóvenes representan para la nación, y para recordar que el Episcopado Mexicano ha decidido declarar, desde octubre de 2017 a octubre de 2018, el Año de la Juventud para la Iglesia Mexicana el cual inició el pasado domingo 22 de octubre con una Misa en la Basílica de Guadalupe presidida por el Nuncio Apostólico Franco Coppola.
Para los obispos, este tiempo privilegiado que viven los adolescentes y jóvenes de México es un verdadero #MomentoDeGracia, por lo que piden que este año se viva de manera intensiva la Misión Joven, es decir, “una manifestación concreta de la opción preferencial que hacemos por la Evangelización de la Juventud y de la profunda convicción de que son los jóvenes un verdadero potencial para el presente y el futuro de la Evangelización en el mundo”.
A través de un comunicado, el Episcopado afirma no ser ajeno ante las luces y sombras que se viven día a día en el mundo juvenil, y por esa razón, ha querido profundizar el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, mediante un programa de reflexión y acción que aliente el protagonismo del joven en la misión de la Iglesia en la transformación del mundo, de sus espacios vitales y comunidades.
“Que a través de este proceso de reflexión–acción se susciten los agentes de cambio que requiere nuestro país, promoviendo la paz, la misericordia, el bien común, el desarrollo de los pueblos, la Civilización del Amor”, señala.
Tras invitar a todos los adolescentes y jóvenes, y a la sociedad en general, a mantener la esperanza en el potencial que representan las nuevas generaciones para el presente y futuro de nuestro país, la CEM hace un llamado a que durante este año los esfuerzos por escuchar a los adolescentes y jóvenes, por parte de la sociedad, el gobierno y la Iglesia, se intensifiquen no sólo de manera afectiva, sino efectivamente. “Que nuestra mirada hacia la juventud sea esperanzadora, reconociéndoles no como un problema sino como una riqueza”.
Añaden: “Este Año de la Juventud, es el camino que queremos emprender para demostrar las grandes cualidades y talentos de la juventud, su riqueza, su esperanza, su dignidad. Que este caminar esté unido al Sínodo de los Obispos, que esta aportación en este momento de la historia nos ayude a encontrar como Iglesia también las modalidades más eficaces de hoy para anunciar la alegría del Evangelio, el cual produce vida en plenitud”.
El comunicado concluye con la frase: “¡Joven, el Papa quiere escucharte! ¡La Iglesia, quiere escucharte!”, y llama a unirse en oración para que este Año de la Juventud, proclamado para impulsar la alegría a caminar con los adolescentes y jóvenes de México, dé abundantes frutos.
