América

Francisco urge a Latinoamérica a “perseguir grandes objetivos que nos alejen de aventuras peligrosas”

  • El Papa prologa la reedición del libro de Guzmán Carriquiry, ‘Memoria, coraje y esperanza’
  • “Admiro la alegría y esperanza que impulsan los corazones de nuestra gente”, señala el Pontífice argentino





Se acaba de reeditar el libro ‘Memoria, coraje y esperanza. A la luz del Bicentenario de la Independencia de América Latina’, escrito por el uruguayo Guzmán Carriquiry, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, y cuya publicación original contenía un prólogo escrito por el entonces cardenal arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio. Esta nueva edición ha sido prologada de nuevo por el ahora papa Francisco, prefacio que lleva por título ‘Hacia horizontes más amplios’.

En dicho prólogo, el Papa recuerda la alegría que le produce volver a prologar este libro y explica la importancia de entender la historia de los pueblos latinoamericanos: “La epopeya de la emancipación americana junto a la aparición de la Virgen de Guadalupe y el mestizaje de los pueblos fueron el apoyo de los momentos fundacionales de nuestra gran patria latinoamericana”, escribe Francisco. “Amor y dolor, muerte y esperanza han marcado desde su raíz la identidad de nuestros pueblos (…). Debemos recordar esto periódicamente para no convertirnos en ‘huérfanos de Patria’, para reforzar y recuperar nuestra identidad”.

Cambios en el continente

Francisco sugiere más motivos por los que esta reedición aparece en el momento preciso, más de seis años después del original. Considera que la situación en el continente ha cambiado mucho en ese tiempo; en palabras del Papa: “Una enorme depresión provocada por la crisis económica mundial, unida a corrupción y violencia, nos ha llevado al momento actual, en el que América Latina parece sumirse en la angustia y la incerteza, con un nuevo incremento de la pobreza y un ensanchamiento de las diferencias sociales”.

“¿Qué está pasando en América Latina? (…) ¿Hemos vuelto a confiar en ideologías que han demostrado fracaso económico y devastación humana?”, se pregunta el Pontífice, que considera que la respuesta a esta crisis surge del estudio de la historia y de las raíces de los pueblos americanos.

“Debemos debatir y apasionarnos por nuestro pasado, presente y futuro. (…) Urge definir y perseguir grandes objetivos nacionales y latinoamericanos con un fuerte consenso y movilizaciones populares que nos alejen del maniqueísmo y la exasperación y de aventuras peligrosas, y estén más allá de los intereses mundanos y las ambiciones personales”. Por ello el Papa ha pedido “plantear utopías de auténtica libertad que se sostengan por renovadas ‘gestas patrióticas’”.

Responsabilidad de jóvenes y ancianos

En el prólogo, también recuerda la carta que dirigió a Argentina el año pasado con motivo del Bicentenario de la nación, en la que pedía aunar historia con futuro, jóvenes con ancianos, de forma que sean los mayores quienes aconsejen a los jóvenes hacia dónde dirigir el país, y les apoyen en su labor: “Solo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre”.

Del mismo modo ha querido aplicar esta enseñanza a todos los demás países que forman el continente, por los que no esconde su admiración: “En mis recientes viajes a Latinoamérica he podido admirar de nuevo la energía de la fe, dignidad y solidaridad, la alegría y esperanza que impulsan los corazones de nuestra gente”.

“Los pueblos, especialmente los pobres y simples, conservan sus buenas razones para vivir y convivir, amarse y sacrificarse, rezar y mantener viva la esperanza, y también para luchar por grandes causas. Esta actitud de los pueblos es lo que me lleva a reunirme periódicamente con los movimientos populares, portavoces de la idea de ‘Techo, tierra y trabajo’ para todos”.

Sin embargo, el Papa ha reconocido que la posibilidad de una sociedad así debe pasar por “la lucha por un modelo de desarrollo sostenible respetuoso con la Creación”, así como por las Obras de Misericordia. “Debemos sumar y no dividir” dice Francisco.

“Conmemorar el bicentenario hoy sirve o bien para continuar los ‘deberes olvidados’ y l herencia y cuestiones irresueltas que ha dejado la independencia o bien para nada” concluyeel Pontífice tajantemente.

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