La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), a través de su presidente, el cardenal Daniel Nicholas DiNardo, condenó el ataque mortal registrado la tarde del 31 de octubre en la isla Manhattan (Nueva York), que ha dejado al menos ocho personas muertas y 11 heridas.
El atentado fue cometido por un sujeto de 29 años de edad quien, a bordo de una camioneta de alquiler, entró a la ciclopista paralela al río Hudson, atropellando a varios peatones y ciclistas; segundos después se estrelló contra un autobús escolar. Tras salir de su vehículo, el atacante caminó entre los autos, antes de que un policía abriera fuego contra él.
“Este acto horrendo –dijo el cardenal DiNardo– pesa en todos nuestros corazones”, y aunque reconoció que en ese momento los informes sobre el ataque eran demasiado preliminares para comprender completamente lo sucedido, dijo que es profundamente doloroso que Estados Unidos deba responder nuevamente a actos de terror.
El también arzobispo de Galveston-Houston se dirigió a las familias y amigos de las personas que perdieron la vida, entre ellas cinco argentinos que celebraban el trigésimo aniversario de su graduación: “Por favor, sepan que no están solos, y que las oraciones de los obispos y de toda la Iglesia están con ustedes y sus seres queridos”.
Y agregó: “Las fuerzas de la oscuridad siempre tratan de borrar nuestra esperanza, pero nuestra esperanza está en el nombre del Señor y siempre se mantendrá firme. Recordemos las palabras del Señor al profeta Josué: ¡Sé fuerte y firme! No temas ni desmayes, porque el Señor, tu Dios, está contigo dondequiera que vayas”.
Mensaje del cardenal de Nueva York
En tanto, el arzobispo de Nueva York, cardenal Timothy Dolan, lamentó que “hoy nuestra ciudad y nuestro país están aturdidos y horrorizados por otro acto de violencia sin sentido. Mientras los detalles siguen surgiendo, una cosa es clara: una y otra vez, sin importar nuestra religión u origen racial o étnico, o ideas políticas, debemos poner nuestras diferencias de lado y unirnos en fe y amor para apoyar a aquellos que están heridos, rezar por aquellos que han muerto, así como por sus familias y seres amados, y trabajar hacia un mayor respeto y entendimiento entre todas las personas, para que actos malvados y atroces como este se conviertan en una cosa del pasado”.
Por su parte, el obispo de Arlington, monseñor Michael Francis Burbidge, pidió una oración por las víctimas del atentado. “Hagamos una pausa para rezar por aquellos muertos y heridos en Bajo Manhattan, mientras pedimos a Dios que nos cuide en nuestra hora de necesidad y siempre”, afirmó mediante su cuenta en la red social Twitter.
Pésame del Papa
Este miércoles 1 de noviembre, el papa Francisco, luego del tradicional rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, también condenó la “locura homicida que abusa del nombre de Dios para diseminar muerte”, y manifestó su profundo dolor por el ataque terrorista tanto en Nueva York como en Somalia y Afganistán, registrados en días pasados.