“Arriesgan todo por mantener y mostrar a Jesucristo”. Este es el rasgo con el que el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, definió a las 60 víctimas de la persecución religiosa del siglo XX pertenecientes a la Familia Vicenciana que serán reconocidas como mártires el próximo 11 de noviembre en el Palacio de Vistalegre.
Será el prefecto para la Congregación de la Causa de los Santos, Angelo Amato, quien presida esta ceremonia de beatificación, a la que está previsto que acudan mas de 4.000 peregrinos. En total, la Iglesia reconoce como beatos a 40 misioneros paúles –24 sacerdotes y 16 hermanos–, dos Hijas de la Caridad, 13 laicos vicencianos y cinco sacerdotes asesores de entidades vicencianas.
“Esta beatificación tiene que ser una muestra de las armas con las que los humanos tenemos que vivir, que nunca son las del odio, el rencor, el ‘tú me lo hiciste, tú me la pagas'”, sentenció Osoro, que recordó cómo “el único arma de Jesucristo es el amor” que nos invita a “construir un mundo sin rencores y sin envidias”.
“Todo santo es actual”, subrayó el cardenal preguntado por el mensaje que dejan los mártires ante la situación convulsa que vive nuestro país ante la crisis catalana: “Hay momentos en la historia en los que nos cuesta perdonar y en los que es necesario incorporar a los mártires que dan la vida no por las ideas, sino por una persona que es Jesucristo. Un mártir da la vida, nunca mata ni destruye ni divide”. Cinco de los mártires, de hecho, son catalanes, motivo que llevará a participar en la eucaristía al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.
“Esta beatificación es un broche de oro dentro del 400º aniversario del carisma vicenciano”, explicó, por su parte, el visitador para la provincia de España de los Paúles, Jesús María González Antón, que puso en valor lo que supone para toda la familia este acto: “Queremos que los nuevos mártires, modelo de fidelidad al carisma, vigoricen este don del espíritu para que seamos continuadores de la misión que Jesucristo nos confió”.
Por su parte, sor Ángeles Infante, Hija de la Caridad, presentó la beatificación como “una fiesta de fe para la Iglesia de España, una fiesta de perdón, reconciliación y esperanza”, anunció la religiosa, que repasó algunos testimonios de los nuevos beatos con un mensaje común. “Perdonamos a todos, a nuestros enemigos y a los autores de nuestra muerte”, escribía desde la cárcel José Ardil Lázaro, un joven estudiante que fue asesinado días después.
Los actos arrancarán el 10 de noviembre con un acto de acogida de peregrinos en la basílica madrileña de La Milagrosa a la que seguirán actividades culturales, como el musical ‘El primer paso’, así como la proyección de la película ‘Red de Libertad’, además de una vigilia de oración.
Al día siguiente de la beatificación, el cardenal Osoro presidirá la eucaristía de acción de gracias en la Catedral de la Almudena.