Matías Piaggi, el director del Instituto Nacional de Formación de Pastoral de Juventud Cardenal Pironio, asegura que entre los jóvenes, los adultos “tienen algo importante para decir, para acompañar en esa búsqueda de vida”.
Matías Piaggi es el director del Instituto Nacional de Formación de Pastoral de Juventud Cardenal Pironio, organismo de la Pastoral de Juventud Nacional de la Conferencia Episcopal Argentina. En entrevista para el Semanario Orbe 21 –el programa de periodismo eclesial que coproduce Vida Nueva con el canal de televisión del arzobispado de Buenos Aires–, puntualiza la misión de la institución que dirige: “la formación era un tema tan importante que querían crearle un ámbito propio y específico”.
En seguida, Piaggi da un dato muy especial del Instituto de formación en pastoral juvenil de Argentina que cuenta con más de 30 años de trayectoria: “Le pusieron el nombre del cardenal porque es amigo de los jóvenes, y ese nombre, como él lo hacía, nos abre puertas a nosotros también”.
La tarea de la Pastoral es escuchar a los jóvenes, para poder guiarlos en sus propios caminos. De esta manera es posible observar y analizar qué situaciones atraviesa la juventud actualmente, así como la evangelización, y para dónde se debe seguir respecto a la formación. Piaggi comenta la necesidad en estos últimos años de clarificar el rol de los adultos en la pastoral: “la pastoral de juventud no quiere decir que sea solo de los jóvenes. El joven es el protagonista, pero nos estábamos dando cuenta que nos faltaba la pata de los adultos”.
Durante la charla de Piaggi con Gabriela Laschera y con Jorge Osterheld, el sacerdote se refiere a la juventud de hoy día como “plural”, dando cuenta de que cada vez es más heterogénea y variada. Es así como, desde la Pastoral, y luego llevado a la formación, el Instituto Pironio abarca temas variados: “están los que piden alguna herramienta para dar respuesta a situaciones de vulnerabilidad; otros temas que están siempre presentes son las adicciones y los menores en riesgo. Estas son demandas sostenidas”. Justamente, estos temas que el director del Instituto Pironio menciona son ejes que serán desarrollados como interrogantes en el Sínodo de los Jóvenes que tendrá lugar en Roma el próximo año.
Luego del taller para miembros de Equipos Diocesanos de Pastoral de Juventud y Movimientos organizado por el Instituto Pironio y la Comisión Nacional de Pastoral de Juventud Argentina en Bahía Blanca, en agosto pasado, Piaggi comentó que el objetivo de esta actividad fue ofrecer formación a los jóvenes que forman parte de estos equipos diocesanos de animación y coordinación, buscando una mayor capacitación y preparación en su tarea como agentes de pastoral.
Por eso, de ahora en adelante, el Instituto Pironio intentará enfocarse especialmente en la formación y el proyecto de la revitalización de la pastoral juvenil, el cual se viene pensando desde hace tiempo, de hecho, fue uno de los temas tratados en Bahía Blanca. Con muchas de las situaciones actuales, la experiencia de la pastoral de juventud ha demostrado la necesidad de un cambio de perspectiva, tanto en su estructura, como en la mirada de la nueva generación de jóvenes y de los propios adultos, que aunque hayan dejado esa etapa hace tiempo, aún “tienen algo importante para decir, para estar y para acompañar en esa búsqueda de vida”.