El sacerdote español Segundo Tejado, subsecretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano e Integral, ha glosado en un encuentro con periodistas de habla hispana, este viernes 3 de noviembre en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, las distintas dimensiones de la caridad, que puede ser “visible, invisible y espiritual”, recalcando que “la caridad, si no es justa, no es caridad”.
A continuación, tras su reflexión espiritual, ha concretado algunos de los aspectos que marcan los retos a los que se busca responder desde el nuevo dicasterio vaticano, impulsado de un modo personal por Francisco. Así, ha confirmado que la preocupación por ofrecer una “palabra de acogida” a los inmigrantes que llegan hasta Europa es una clave esencial en su trabajo diario, “respetando siempre la autonomía de los estados”, que son los que deben desarrollar una política concreta en este sentido.
Tejado, que estuvo diez años en Albania en plena guerra de Kosovo (“cuando era el único español del país”), se ha mostrado muy crítico con la actividad de algunas ONG, “que venden la burra y en realidad no hacen nada”. Frente a ello, la Iglesia debe “anunciar el bien sin tocar la trompeta ni buscar recompensa humana alguna”. Por eso invita a los periodistas a “comunicar, pero buscando dónde está la verdad, desde el discernimiento”.
También ha confirmado que el pasado martes 31 recibieron una visita del Papa a sus instalaciones, “donde habló de todo con los trabajadores, libremente, como es él”. Ha contado, entre bromas, la anécdota de que una mujer del grupo le pidió una guardería para el personal laboral.
Igualmente, el sacerdote español ha hablando del congreso sobre desarme nuclear que la Santa Sede está preparando para el 10 y 11 de noviembre, aunque ha matizado que no tiene nada que ver con la situación de conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos.
Tras la charla con Tejado, ha habido otro espacio de diálogo con Miguel Delgado, quien fuera subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos, ahora unido con los organismos vaticanos de Familia y Vida, en otro gran superdicasterio, junto al de Desarrollo Humano e Integral. A su juicio, “laicado, familia y vida, por su reproducidad, era consecuente que se unificaran”. Un método, además, con el que Bergoglio “ya trabajaba siendo arzobispo de Buenos Aires”.
Delgado ha explicado que, “durante toda mi vida, en todos mis trabajos, nunca he hecho ninguno solo, contando siempre con la colaboración de laicos, hombres y mujeres, pues cada uno tiene sus propios y valiosos puntos de vista”. Contando con la percepción de los sacerdotes, “que tampoco hay que desechar ahora”, es como ha de articularse el trabajo en la Curia hoy.
Y es que, como ha confirmado, fueron muchos de los responsables de los anteriores dicasterios, como es su caso, los que solicitaron al Papa avanzar en esta dirección unitaria, “habiendo en todos los ámbitos, fijado así por los estatutos, subsecretarios laicos”.
Delgado ha contado también que el Papa visitó su dicasterio este pasado lunes, pasando una hora con ellos y hablando sobre las líneas a seguir, siendo “la formación para el matrimonio uno de los aspectos en los que más incidió”. En este sentido, él ha defendido “la necesidad de una formación continua para los matrimonios, más allá de la que reciben cuando se preparan para casarse”.