La muerte de Juan Pablo I ya no es un misterio

Stefania Falasca publica el martre 7 de noviembre un libro, con prólogo del cardenal secretario de estado del Vaticano, Pietro Parolin, en el que se explica definitivamente la muerte de Juan Pablo I. Titulado ‘El Papa Luciani: crónica de una muerte’ ha sido preparado con una investigación exhaustiva y entrevistas al personal de servicio que atendió al Papa en sus 33 días de pontificado.

Indisposición subestimada

En el libro, se dan a conocer detalles hasta ahora infravalorados o que directamente no se habían hechos públicos, como el episodio de dolor que sintió en la tarde de ese día, 28 de septiembre de 1978, mientras rezaba con su secretario.

Dicho episodio está documentado en el libro, basándose en una ficha de Ricardo Buzonetti, el primer médico en acudir a ver al papa Luciani cuando ya había muerto, y que concreta que sintió un dolor agudo en el pecho pero no quiso ser atendido. Este dolor sería un síntoma inequívoco del problema coronario que acabó con su vida, pero su reticencia a la intervención de algún médico hizo que no pudiera ser advertida su cercana muerte.

Este nuevo libro también incluye el testimonio de Sor Margarita Marín, religiosa que contaba con 36 años cuando Juan Pablo I fue elegido, y estaba a su servicio en el Vaticano. Sor Margarita asegura que “siempre lo vi sereno, tranquilo, lleno de confianza”, lo que contradiría la extendida leyenda que afirma que el peso de la responsabilidad acabó con la vida del papa veneciano.

Un deber con el papa Luciani

La escritora Stefania Falasca ha dicho en entrevista con Radio Vaticano que consideraba este libro como un deber hacia Juan Pablo I, para que “su valor histórico fuera restituido con la seriedad debida”.

Además, aparte de su muerte ya esclarecida, Falasca afirma que “era necesario recuperar el valor de su magisterio en las circunstancias que la Iglesia atravesaba en ese momento”.

El mismo 7 de noviembre ,en el Vaticano habrá una reunión acerca de la beatificación de Juan Pablo I, al que ya se atribuyen dos milagros.