“Cualquier contribución a la concordia y a la paz es bienvenida”. Así comenzó su discurso el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en la inauguración de la II edición de la Conferencia Mundial sobre Religiones, Paz y Concordia, organizado por la Fundación Evsen, y que se ha celebrado hoy, 6 de noviembre, en Madrid. Y ha añadido: “Debemos tener confianza en la consecución de la paz, a la que todos estamos llamados pese a las complejidades”.
El ministro ha dejado claro que la paz no la puede alcanzar solamente la política, “necesita de la sociedad civil”. Y en este punto, “las religiones pueden y deben ejercer un papel mediador en la búsqueda de la paz”. Catalá citó a Hans Küng para recordar que “la fuerza de las convicciones religiosas tiene que orientarse a la superación de los retos globales de la humanidad, algo que solo ocurrirá si las religiones dejan de debatirse en animosidades mutuas, de atizar conflictos y propagar fanatismo y, si por el contrario, meditan sobre lo que les es común”.
Durante su alocución, el ministro también ha hecho hincapié en la importancia de mantener relaciones de cooperación con todas las confesiones que tienen un notorio arraigo en España, es decir, judíos, musulmanes y evangélicos; amén de los católicos. Y frente a “los gurús que preveían el fin de las religiones, la realidad nos demuestra que nada hay tan vivo como la fe”.
“El acuerdo es la única vía para avanzar”
Sobre la necesidad de dialogar, Catalá ha afirmado que “todos hemos entendido que la vía del acuerdo es la única para avanzar, porque el enfrentamiento a todos perjudica y a nadie beneficia, ni siquiera a aquellos que creen que pueden obtener un rédito a corto plazo”.
También ha recalcado la importancia de “dar espacio a las religiones para conseguir la paz”, ya que, y citando de nuevo a Küng, “no habrá paz entre las naciones sin paz entre las religiones; no habrá paz entre las religiones sin el diálogo entre las religiones”. Y es que “solo desde el diálogo y la confianza mutua podemos conseguir que la paz deje de ser un objetivo para ser una realidad”, ha subrayado.
Los líderes religiosos han firmado una declaración conjunta para fomentar la educación en valores comunes para todas las confesiones. Entre la larga lista, de distintos lugares del mundo destacan: el rabino principal de la Comunidad Judía de Madrid, Moisés Bendaman; el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary; el cardenal arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela; el arzobispo castrense, Juan del Río; el gran muftí de Azerbaiyán, Allahshukur Pashazade; el jefe de la Comunidad Judía de Azerbaiyán, Milikh Yevdayev; el prefecto apostólico de Bakú, Vladimir Fekete; el arzobispo de la Iglesia Ortodoxa de Rusia para el Cáucaso, Alexander Ishein; el gran rabino Sefardí de Jerusalén, Shlomo Moshe Amar; o el gran rabino de Venezuela, Isaac Cohen, entre otros.
Rouco: “El diálogo fluye entre las confesiones”
Rouco ha mostrado su alegría porque, “pese a las dificultades, se constata con frecuencia que el diálogo fluye, no solo entre las confesiones cristianas, sino también con musulmanes y judíos”. Es decir, la declaración Nostra Aetate es realidad hoy. Durante sus breves palabras también ha recordado las palabras de Francisco el 20 de septiembre de 2016 en Asís: “Nosotros no tenemos armas, pero creemos en la fuerza mansa y humilde de la oración”. Del mismo modo, el cardenal emérito de Madrid ha destacado que sigue siendo un reto para las confesiones el “crear espacios de diálogo para contribuir al bien común entre todos los ciudadanos, no solo los creyentes”.
Por otro lado, Ali Evsen, presidente de la Fundación Evsen, ha afirmado que “España ha sido siempre el centro de la tolerancia entre las diferentes culturas y ojalá siga siendo así”. En este sentido, la conferencia pretende “promover la formación sobre lo que de verdad enseñan las religiones”.
Por su parte, Allahshukur Pashazade ha indicado que “todos los profetas, como mensajeros de Dios, tienen el objetivo de propagar la religión como elemento de paz, no de violencia”. Por eso, ha sostenido que la violencia es movida por intereses políticos y no por las personas de fe: “Es por esto por lo que nos reunimos hoy, para demostrar que la paz y la concordia entre las religiones es posible”.
Shlomo Moshe Amar, en su intervención, ha instado al resto de líderes religiosos “a colaborar con la paz y el entendimiento para poder transmitirle al pueblo el concepto”. Y, según ha comentado, para ello se necesita de dos elementos fundamentales: el coraje y la verdad. “Tenemos que ser sinceros y actuar desde lo más profundo de nuestro corazón, sin miedo”, ha concluido.