La oscuridad se hizo del 9 al 10 de noviembre de 1938. La Noche de los Cristales Rotos fue el punto de partida para la deportación masiva de judíos europeos a los campos de concentración nazi. Una tragedia que no pasa por alto para la Comunidad de Sant’Egidio que desde hace cinco años organiza en Barcelona una marcha que busca ser “un peregrinaje de la memoria”, sobre todo, con la mirada puesta en los jóvenes.
Mano a mano con la comunidad judía, este movimiento eclesial puso en marcha la cita para tener en cuenta que “recordar juntos es la primera respuesta para no dejarse intimidar y construir una conciencia civil” según el responsable barcelonés de Sant’Egido, Jaume Castro. “Es necesario que crezca una red de encuentros, una red de amistad que haga posible que la gente no quede prisionera de los miedos y de los fantasmas”.
Entre los asistentes, destacó la presencia del obispo auxiliar de Barcelona, Sergi Gordo, que instó a los presentes a “no caer nunca en la tentación de la división”, frente a lo que propuso “reconstruir la historia en este tiempo de globalización”. En esta misma línea, el rector del Ateneo Universitario Sant Pacià, Armand Puig, señaló que “hacer memoria” contribuye de forma clave a “liberarnos de la indiferencia.
No se trata de cuotas ni de protagonismo. Pero sí de ofrecerle a la mujer el lugar que se merece en la Iglesia. Esta máxima del Papa Francisco comienza a hacerse visible en la Curia vaticana. Hoy mismo se ha dado a conocer el nombramiento de dos mujeres como subsecretarias del Consejo Pontificio para los Laicos.
Se trata de dos italianas. Por un lado, Grabriella Gambino, profesora universitaria que será la responsable del área para la Vida, mientras que la jueza Linda Ghisoni está al frente de la sección de fieles laicos. Las dos cuentan con formación más que sobrada y experiencia fuera y dentro del ámbito eclesial, lo que las avala entre aquellos que todavía puedan cuestionar que ser mujer y laica supone un problema para tener un puesto de responsabilidad -y servicio- en el Vaticano.
El grupo de los líderes mundiales eméritos conocidos como “The Elders” se reunió el pasado martes con el Papa. Este selecto club de “mayores” fundado por Nelson Mandela y comprometido con la defensa de los derechos humanos tuvo la oportunidad de charlar con Francisco en una conversación distendida de más de una hora.
Así lo ha desvelado el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, que ha explicado a Radio Vaticano cómo Laudato si’ y los compromisos que de ella se desprenden fueron los temas que vertebraron este diálogo. “Lo que está en peligro no es la Tierra sino la vida humana”, señala el ex mandatario sobre la principal lección que ha sacado de esta cita papal.
De esta manera, Lagos cuenta cómo el Papa se emocionó “cuando recordó los momentos difíciles que le ha tocado presenciar en los campamentos de refugiados”. Con más serenidad señala que Bergoglio abordó cuestiones como la crisis de Venezuela o el rearme nuclear.