Por segunda vez en su historia Temuco será sede de la visita de un Papa, luego de que 40 años atrás la visitara Juan Pablo II.
“La Santa Sede tiene información completa de La Araucanía, por lo tanto, el Papa llegará aquí muy bien informado sobre nuestra realidad. De hecho, por eso escogió venir. Él está al tanto de todo”, expresó el obispo de Temuco, Héctor Vargas, al diario Austral de Temuco, a fines de octubre.
El obispo alude al prolongado conflicto que vive la región con frecuentes actos de violencia atribuidos a mapuche. Incendios y ataques a empresas forestales reciben dura acción policial que llega a detenciones y juicios, muchos de los cuales terminan absolviendo a los acusados. Los mapuche reclaman su tierra ahora ocupada por esas empresas.
Aludiendo a esta situación, el obispo agrega en esa entrevista al diario Austral que “lo raro sería que no hubiera manifestaciones, pero el papa Francisco es un hombre que no tiene problema con la disidencia, con los que piensan distinto, no tiene problemas con los que no están ni ahí con el Evangelio. El Papa siempre ha hablado fuertemente que este es un mundo diverso, plural, y él llama a la tolerancia y al diálogo pensando en el bien común”, dijo.
El papa Francisco llegará a Temuco el 17 de enero, en su segundo día en Chile, siendo trasladado de inmediato a los terrenos del antiguo aeropuerto Maquehue donde presidirá la eucaristía a la que se estima concurra medio millón de personas, muchos venidos desde Argentina y de las ciudades vecinas en Chile. “Terminada la Misa –explicó el obispo–, saldrá en el Papamóvil, atravesará el puente y recorrerá toda la calle Caupolicán hasta el terminal de buses para que la gente que no pudo asistir al ex aeropuerto pueda saludarlo”.
Refiriéndose a la situación en la región, Vargas afirmó en la misma entrevista que “esta es una región en donde nosotros experimentamos bastante orfandad. En ocasiones incluso postergación”. Y confidenció: “Todos sentimos que estamos con unos temas de fondo que son muy serios, y que está costando tanto poder enfrentarlos y superarlos. Ha costado mucho sentir que se nos está ayudando en esto. No es tan fácil ir adelante”.
Temuco, a 680 kilómetros al sur de Santiago, es la capital de la región de La Araucanía que tiene dos sedes diocesanas: Temuco y Villarrica y una población regional de poco más de un millón de habitantes. Vestigios arqueológicos hablan de presencia humana hace más de 10 mil años y ya en el año 1.000 dC se identifica la cultura mapuche quienes poblaron principalmente esta región manteniendo su autonomía incluso ante la invasión española.
Después de la independencia de Chile parlamentaron con el nuevo gobierno el que les reconoció esa autonomía hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando fueron invadidos por el ejército en la llamada Pacificación de la Araucanía, les despojaron de sus tierras, los hacinaron en pequeñas ‘reducciones’ donde apenas sobrevivieron. Hacia fines del siglo pasado jóvenes mapuche llegaron a las universidades, destacaron en sus trabajos en las ciudades y empezaron a recuperar sus valores culturales, su lengua y sus tradiciones. Con ellos pronto surgieron los movimientos por la recuperación de sus tierras.
Estos movimientos han tomado contacto con organismos internacionales apoyados por mapuche que viven en Europa y otros países latinoamericanos. Hace unos días, radio Biobío informó que una delegación del Consejo de Todas la Tierras se reunirá con el papa Francisco en el Vaticano, según señaló el encargado de relaciones internacionales del Consejo, Aucán Huilcamán. En esa ocasión, aseguró el vocero, entregarán al Papa una carta expresando su “disposición al diálogo; pidiéndole se pronuncie por el crimen de genocidio, tanto en Chile como Argentina, por parte del Ejército en la Pacificación de La Araucanía y en la conquista del Desierto respectivamente; y paralelamente la toma y confiscación de tierras en ambos países”.
Esta tensa situación es el trasfondo al que se refiere el obispo Vargas en la realidad regional, no abordado suficientemente hasta ahora, y que podría ser germen para manifestaciones ante la presencia del Papa.
La diócesis de Villarrica que, con Temuco, integra la Región y también sufre el accionar mapuche, está incorporada activamente a la preparación de la visita. Su obispo, Francisco Javier Stegmeier, invitó al presidente de la Comisión local a informar al clero diocesano sobre las actividades preparatorias y en las parroquias, como lo hacen las de Temuco, se utilizan los materiales recibidos desde la Comisión Nacional.