El Códice Calixtino, la considerada primera “guía del peregrino” de Santiago de Compostela –escrita en el siglo XII–, ya forma parte de la Memoria del Mundo. El comité consultivo internacional de la Unesco lo aprobó así el pasado 31 de octubre.
“El rito, el misterio y la tradición cultural de la peregrinación, como un símbolo histórico y religioso, son una herramienta capaz de expresar el sentido profundo de la existencia humana y, por lo tanto, de la vida de la fe cristiana. Esta búsqueda hacia lo mejor que somos solamente se consigue a través de la Verdad que nos hace libres. El Códice Calixtino refleja este espíritu y es un referente sin igual para la peregrinación jacobea y para el hecho jacobeo”. Las palabras del arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, enmarcan perfectamente el significado de la inclusión en la lista del Patrimonio Documental, ratificado por la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
La candidatura del Códice Calixtino fue formulada por la Xunta de Galicia ante la trascendencia cultural del que ha sido considerado “primer libro europeo” y ampliada por la subdirección general de los Archivos Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con la incorporación de todas las copias medievales de este manuscrito que se conservan.
En total, cinco copias medievales del ‘Liber Sancti Iacobi’ también han recibido, según la Unesco, la protección como Memoria del Mundo. Dos posee la Biblioteca Nacional: una en latín del siglo XIV procedente de la Biblioteca Real y otra, una temprana traducción al gallego-portugués, del siglo XV. Y las otras tres se conservan en Barcelona (Archivo de la Corona de Aragón), Salamanca (Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca) y Lisboa (Biblioteca Nacional de Portugal).
Francisco Javier Buide del Real es el director del Archivo de la Catedral de Santiago y custodio del llamado también ‘Codex Calixtinus’. Nadie mejor que él puede explicar la trascendencia de esta joya bibliográfica: “Pese a todo, para muchas personas es un auténtico desconocido. Si preguntásemos qué se pueden encontrar, más de uno se llevaría una sorpresa…”.