Como corresponde a un líder. Así fue como el recientemente elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, se presentó en la rueda de prensa dada hoy por la mañana en la sede episcopal del barrio porteño de Retiro. Sencillo y humilde en su actitud, pero firme en las palabras que pronunció: “Nuestro lugar es de pastores, no de técnicos ni de políticos”. En este contexto aseguró: “Nosotros queremos contribuir al diálogo entre los argentinos, por eso pensamos seguir dando nuestro aporte al diálogo desde nuestro lugar, junto al pueblo, especialmente junto con nuestros hermanos más pobres”.
Al obispo de San Isidro lo acompañaron el vicepresidente primero, el cardenal primado, arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, y el secretario general y obispo de Chascomús, Carlos Malfa.
“Todo está interconectado…” disparó Ojea. Y completó: “Estamos en todo el país con devociones muy fuerte: Itatí (Corrientes), El Milagro (Salta), San Nicolás (San Nicolás de los Arroyos, Buenos Aires), Luján (Buenos Aires). Porque nuestros hermanos ven en el rostro de la Virgen a una Madre. Por eso, nos ponemos al servicio del cuidado de la vida. Esa es nuestra meta.”
En esta conferencia de prensa volvía al ruedo como director de la oficina de prensa y vocero del Episcopado, Jorge Oesterheld. Con su característica amabilidad y su rostro siempre sonriente, saludó a cada viejo conocido con un fuerte abrazo, tanta antes de iniciar como al concluir el encuentro.
“Aprendemos muchos de los pobres”
Poli, Ojea y Malfa | Jorge Sánchez (Clarín)
“Las personas no son números”, aseveró el presidente del Episcopado. “Nosotros aprendemos muchos de los pobres, por eso, una de las formas de superar la pobreza es combatiendo la mirada que se tiene de los pobres”. Ojea daba esta respuesta luego de que le preguntaran si los obispos argentinos estaban alineados a uno de los objetivos del presidente Mauricio Macri: “pobreza cero”.
Por su parte, Poli acotó: “Los pobres en la Iglesia ocupan un lugar dado por derecho evangélico”.
Un tema que no faltó en la charla fue el del compromiso de la Iglesia contra el narcotráfico, una lucha que lleva adelante desde hace tiempo. Al respecto, Ojea sentenció: “El narcotráfico es una nueva pobreza que no se combate sólo luchando contra la oferta. Se combate especialmente atendiendo la demanda, que son los jóvenes de los barrios que no dicen, a-dicción”.
En esta línea, Poli se manifestó preocupado por los sacerdotes que trabajan en medio de cientos de jóvenes adictos: “los que trabajan en los barrios y en los hogares para la recuperación están muy expuestos. Nosotros tratamos de acompañarlos y de protegerlos”.
“En nuestros barrios mueren muchos jóvenes a causa de las adicciones. Nosotros, como pastores, lo sabemos porque los sacerdotes y los laicos palpitan esta realidad desde lo cotidiano”.
Sin duda, quedó muy claro la línea que tomará el Episcopado argentino para el trienio 2017-2020: trabajar por fomentar una verdadera cultura del encuentro y por los más pobres. “Nos comprometemos a trabajar desde el Evangelio”, resumió Ojea. Luego de este encuentro con la prensa, no quedan dudas de que esta Comisión Ejecutiva –en esta conferencia de prensa estuvo ausente con aviso el vicepresidente segundo y obispo de La Rioja, Marcelo Colombo– está fuertemente alineada a la prédica del papa Francisco.
