Se cumple un año de la famosa ‘dubia’, la carta enviada por cuatro cardenales –Raymond Burke, Walter Brandmüller y los fallecidos Carlo Caffarra y Joachim Meisner– al Papa para corregirlo por su exhortación sobre la familia ‘Amoris laetitia’. Sin respuesta por parte de Francisco, el cardenal Burke continúa dando entrevistas alertando de “la gravedad de la situación, que empeora a medida que pasa el tiempo”.
“¿Está usted haciendo una súplica final al Santo Padre visto que aún no ha recibido respuesta por su parte?”, pregunta Edward Pentin, corresponsal vaticano de National Catholic Register. A lo que Burke responde: “Sí. Un año después de hacer pública las ‘dubia’, me dirijo de nuevo al Santo Padre, resaltando la urgencia que tiene, para el ejercicio del ministerio que ha recibido del Señor, que confirme a sus hermanos en la fe con una expresión clara de la enseñanza respecto a la moralidad cristiana y al significado de la práctica sacramental de la Iglesia”.
El purpurado ha cargado también contra los obispos que dan la comunión a divorciados en nueva unión: “Parece que el objetivo de los intérpretes es llegar, del modo que sea, a un cambio en la disciplina, aduciendo razones, que no son importantes, para alcanzar este fin. Tampoco demuestran ninguna preocupación sobre el peligro al que someten las cuestiones fundamentales del depósito de la fe”.
El obispo de Youngstown (Ohio), George V. Murry, aclara que aunque “algunas personas piensan que no hay necesidad de enfrentar el racismo o que debemos enfrentarlo solo en privado, es necesario porque el Evangelio nos llama a trabajar por la justicia, y el racismo niega la justicia a las personas simplemente por su raza, lo que es moralmente inaceptable”, como recoge CRUX.
Murry fue elegido a comienzos de año presidente del Comité Especial Contra el Racismo de la Conferencia Episcopal Estadounidense (USCCB). Ahora, durante su Asamblea Plenaria toca hacer autocrítica, y el prelado no se esconde: “Aunque la Iglesia ha respondido al racismo durante muchos años, algunos líderes e instituciones a veces han sido parte del problema”. Y añade: “La Iglesia debe reconocer sus fallos”.
Además, Murry indicó que aunque el racismo no es exclusivo de Estados Unidos, “vive de manera particular y perniciosa en nuestro país, en gran parte debido a la experiencia del mal histórico de la esclavitud”. Pero lo preocupante para el obispo es que “uno no tiene que irse muy lejos para ver que el racismo aún existe, y que ha encontrado un resurgimiento preocupante en los años modernos”. Y subraya: “Aunque los afroamericanos han sufrido intensamente por el pecado del racismo, este mal también ha devastado las vidas y los medios de vida de muchas personas de otras razas”.
Los Legionarios de Cristo tenían sociedades ‘offshore’ en Panamá, Bahamas o las Islas Vírgenes. Así lo han puesto de manifiesto los denominados Papeles del Paraíso. Según L’Espresso, una de las sociedades opacas, que registraba más de 300 millones de dólares, fue la International Volunteer Services. No obstante, los legionarios aclaran que esta sociedad nunca manejó “fondos económicos”.
En un comunicado, recogido por 20 minutos, la congregación religiosa ha puntualizado que todas las sociedades que tenían en paraísos fiscales, que fueron creadas durante la época de su fundador Marcial Maciel, “ya fueron cerradas”. Y continúan: “Las sociedades en paraísos fiscales que tuvieron cualquier relación con la congregación o con sus miembros fueron gestionadas respetando la ley y no fueron creadas para actividades ilegales como parecen afirmar algunos periodistas”.
Asimismo, subrayan que “actualmente, las obras educativas relacionadas con la congregación actúan en total transparencia, son sometidas a controles y respetan las disposiciones legales y fiscales de los respectivos países donde se encuentran y no tienen relaciones, ni operan con sociedades presentes en paraísos fiscales”.