Los obispos uruguayos se han encontrado ayer, jueves 16, con el papa Francisco. Fue en el marco de la Visita Ad Limina que están llevando a cabo desde comienzos de semana.
Según anunció la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal de Uruguay, los prelados fueron recibidos luego de que Francisco despidiera al presidente de Austria, Heinz Fischer, alrededor de las 9:30. Luego de ser saludos por el Papa, quien a todos los llamó por su nombre, los obispos uruguayos “sostuvieron un diálogo sin protocolos. Le transmitieron el saludo y el deseo de gran parte del pueblo uruguayo de recibir su visita”. El Papa “les manifestó a los 14 obispos presentes su deseo de, ante todo, escucharlos. Preguntó sobre la situación del país, la vida de la Iglesia, los jóvenes, los sacerdotes, las religiosas y las vocaciones”.
Los temas que le profundizaron al Papa fueron el esfuerzo de evangelización que la Iglesia realiza en una sociedad marcada por un proceso secularizador de largo tiempo, junto con los sacerdotes, laicos, religiosos y diáconos. Asimismo, le presentaron la problemática causada por la fragmentación social, el bajo crecimiento demográfico del país, y el auge de la ideología de género.
“En un diálogo que duró más de dos horas, el Papa manifestó su cariño por el Uruguay, les manifestó su deseo de visitar el país cuando le sea posible, y les dejó algunas recomendaciones: dar valor a las raíces –evocando a la figura de Artigas–, de modo de armonizar pasado, presente y futuro en la construcción de un pueblo; enseñar la verdad sobre la familia formada a partir de la unión del hombre y de la mujer creados a imagen de Dios, proponer a los jóvenes actividades concretas, especialmente de servicio, como forma de iniciar un acercamiento que pueda llevar al encuentro con Cristo”, anunció e comunicado de prensa
Además, el Pontífice “los invitó a seguir valorando la vida religiosa femenina; ser cercanos a los sacerdotes y cuidar las vocaciones, tanto en la selección como en el acompañamiento y la formación”
Después de este encuentro con Francisco, los obispos uruguayos “salieron renovados” y con una firme invitación de seguir el camino “invitando a vivir un encuentro personal con Jesucristo en Su Iglesia”.