Víctor Ochen, ugandés de 35 años, ha sido el encargado de la primera ponencia del XIX Congreso Católicos y Vida Pública que ha comenzado hoy en Madrid, una conferencia titulada ‘Los cristianos en salida hacia el necesitado’. Víctor es el fundador de Ayinet, una ONG que ofrece una ayuda completa y rehabilitación a las víctimas de los conflictos habidos en Uganda estos últimos años, con especial atención a los niños soldado que formaron parte del ejército de Joseph Kony, y que han sido testigos de escenas terribles a una edad muy temprana. Por ello, Victor fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 2015.
En su sobrecogedor testimonio, Victor ha hablado acerca de la realidad de los niños soldado, que desde Europa parecen algo muy lejano pero sucede todos los días en el continente africano. “1,2 millones de refugiados viven en uganda. Son niños que nacen y crecen con el ruido de las armas, siendo así es muy difícil hablar de paz y eliminar la violencia”.
También ha relatado cómo él mismo tuvo la oportunidad de entrar en un grupo armado: “No tomé las armas aunque tenía muchos motivos, y no lo hice porque he sufrido mucho dolor, y no deseo convertirme en fuente de nuevo y más dolor”.
Ochen ha compartido en el Congreso su experiencia creciendo en un campo de refugiados, donde su madre le enseñó que la Iglesia y Dios eran lo más importante: “¿Por qué es importante la Iglesia? –se ha preguntado–. No tenemos esperanza de ayuda del gobierno o familiar para auxiliarnos. Nuestro único auxilio, la única fuente de esperanza es Dios. Por eso construimos una Iglesia en el campo de refugiados”.
Tras relatar el enorme esfuerzo que supuso esta construcción, ha recordado como un grupo armado arrasó un día el campo donde vivía e incendió todos los edificios, salvo la iglesia. “Tomamos esto como una señal, una prueba de que Dios es nuestra esperanza. Durante meses vivíamos allí, con una Biblia incompleta como único libro de texto”.
Al ser preguntado por las causas que llevan a los hombres a tomar las armas (a raíz de la reciente independencia de Sudán del Norte) ha asegurado que llega un punto en el que no defienden ni ideas políticas ni religiones. “Encontré a unos guerrilleros en la selva y les pregunté por qué luchaban. Dijeron que por su comunidad, su pueblo, ya que los políticos les usaban para conseguir recursos que nunca llegaban. Luchaban por sobrevivir.”
Cabe destacar la profunda fe y valor de este ugandés de 35 años que ha sido testigo de lo peor de la humanidad y a pesar de ello quiere cambiar las cosa: “Vengo a dar voz a los que quieren cambiar el mundo”.
El de Victor Ochen ha sido uno de los muchos testimonios que se ofrecerán durante el Congreso promovido por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación San Pablo CEU, que se desarrolla desde hoy hasta el domingo 19 de noviembre, bajo el lema ‘La Acción Social de la Iglesia’.
Es una ocasión, señalaba hace unos días el director del Congreso, Rafael Ortega, para reivindicar que “en la Iglesia estamos haciendo muchas e importantes actividades. No se puede entender España y Europa sin el cristianismo y gracias a instituciones como Cáritas, Manos Unidas o Ayuda a la Iglesia Necesitada y muchas otras, se está consiguiendo mejorar la vida de millones de personas, en nuestro país y en el mundo”.
El día a día del Congreso puede seguir en Twitter a través de las etiquetas #AcciónIglesia y #AcciónSocialIglesia