El papa Francisco ha recibido en audiencia este sábado 25 de noviembre a los participantes en el curso promovido por el Tribunal de la Rota Romana sobre el tema El nuevo proceso matrimonial y el procedimiento Super Rato. En el encuentro, les ha agradecido su participación y ha señalado que los motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et Misericors Iesus han surgido directamente de un contexto sinodal, algo que ha querido destacar, ya que es una clave en su pontificado: “Frente a las cuestiones más espinosas (…), es importante que la Iglesia recupere cada vez más la praxis sinodal de la primera comunidad de Jerusalén, donde Pedro, junto con los demás apóstoles (…), trataba de actuar de acuerdo con el mandamiento del Señor Jesús”.
Una práctica que considera esencial “para que los obispos escuchen a sus comunidades”. Además, Bergoglio ha recordado el objetivo principal del Sínodo de la Familia, que “debía estudiar la situación y el desarrollo de la familia en el mundo de hoy, la preparación para el matrimonio, las formas de ayudar a quienes sufren a causa del fracaso de su matrimonio, la educación de los hijos y otros temas”.
En este sentido, el Pontífice ha pedido a los participantes que se esfuercen “por ser misioneros y testigos del espíritu sinodal que está en el origen de las comunidades, así como del consuelo pastoral, que es el fin de esta nueva normativa matrimonial”, recalcando la importancia de ayudar a los obispos, que, con las nuevas normas, “obtienen un papel clave, especialmente en el proceso breve, ya que es el juez nato de la Iglesia particular”.
Francisco les ha recordado que en su servicio “están llamados a estar cerca de la soledad y el sufrimiento de los fieles que esperan de la justicia eclesial la ayuda para recuperar la paz de sus conciencias y la voluntad de Dios sobre la readmisión en la Eucaristía”, de donde surge la necesidad de estos cursos, “para favorecer un enfoque justo de la cuestión y un estudio cada vez más amplio y serio del nuevo proceso matrimonial”, aunque siempre sin olvidar “compromiso por la defensa de la sacralidad del vínculo matrimonial”.
Dos años después de la promulgación de la nueva ley del proceso matrimonial, el Papa ha considerado que este encuentro era el momento oportuno para hacer ciertas aclaraciones definitivas acerca de los motu proprio, concretamente sobre la figura del obispo como juez personal y único en el proceso breviore, y ha establecido “lo que considera determinante y exclusivo en el ejercicio personal del obispo como juez”. Por la importancia de los nueve puntos en los que ha dividido su aclaración, los reproducimos a continuación: