Un problema de colindancias generado hace más de cuarenta años por una inadecuada intervención de la Secretaría de la Reforma Agraria, desembocó hace unas semanas en un grave conflicto entre dos municipios de Chiapas, que hoy tiene a más de cinco mil indígenas desplazados en las montañas, viviendo en condiciones de gran precariedad y sometidas a la intemperie.
En entrevista para Vida Nueva Digital, el padre Marcelo Pérez, de la Comisión de Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, explicó que hace poco más de dos semanas, grupos armados atacaron las comunidades del municipio de Chalchihuitán, provocando la huida de más de 5 mil personas, y otras 300 del municipio de Chenalhó.
La delicada situación en las montañas debido a la crisis humanitaria, día a día se agrava ante la falta de interés de las autoridades para solucionar el conflicto y atender las necesidades inmediatas de los indígenas que tuvieron que abandonar sus casas, muchas de las cuales fueron incendiadas.
¿Impunidad o incapacidad?
El sacerdote de origen indígena, quien en días pasados hizo una visita a los desplazados, coincide con el comunicado que este martes difundió el Consejo Pastoral de la diócesis, en el sentido de que es sorprendente la “impunidad con que actúan los grupos armados, al grado de que ni la policía ni el Ejército han podido hacerse presentes para impedir la violencia, ni para desarmar a quienes imponen su control del territorio y de la población a través del miedo”.
Aseguró que la situación es delicada, pues alrededor del 60 por ciento de los desplazados son niños, ancianos y mujeres, muchas de ellas en condición de embarazo: “Ahora que estuve ahí, pude ver que muchas personas se encuentran en malas condiciones de salud. Hay muchos niños gravemente enfermos como consecuencia de las condiciones en las que están viviendo”, dijo.
Marcelo Pérez advirtió que de no atenderse de manera urgente las causas que originaron el conflicto puede suceder algo peor que la masacre de Acteal de 1997, donde 45 indígenas fueron asesinados por paramilitares. Recordó que en aquella ocasión, “el obispo Samuel Ruiz había alertado sobre el conflicto, pero hubo oídos sordos por parte de las autoridades”.
Claves para solucionar el conflicto
El sacerdote chiapaneco lamentó que no haya autoridades ni estatales ni federales en la zona de conflicto. Explicó: “Hace como tres semanas, el Ejército intentó entrar por el municipio de Chenalhó pero no pudo; pareciera que el Estado se siente rebasado ante el grupo armado. Es una ingobernabilidad lo que se vive en Chiapas”, afirmó.
Y añadió: “De igual forma, hace seis días, un grupo de doctores enviados por el gobierno estatal llegó a la zona en la que se encuentran los desplazados para atender a los enfermos, pero ya están de regreso”. “Para nosotros –afirmó– eso es muestra de insensibilidad humana; no se trata de ir un rato y volver, se trata de atenderlos de manera permanente en lo que se resuelve el problema”.
Aseguró que la Iglesia local está dispuesta a apoyar en lo que pueda y, si es necesario, convertirse en mediadora. Por lo pronto –dijo, haciendo eco del comunicado de la diócesis– pedimos a las autoridades de los tres niveles cumplir con su obligación de velar por la vida de las personas afectadas, que garanticen la seguridad de quienes llevan ayuda humanitaria, que se enfoquen en la solución de las causas y no dejen impunes los delitos cometidos”.
El padre adelantó que este jueves 30 de noviembre se reunirán los tres obispos de la región con el gobernador para plantear dicha exigencia, e informarle los detalles del conflicto.
Lo que se requiere
Tras apuntar que la vía mas rápida para llegar a la zona donde se encuentran los afectados es el pueblo de Simojovel, debido a que otras rutas se encuentran bloqueadas, el padre Marcelo Pérez urgió a las organizaciones eclesiales y a la sociedad civil a solidarizarse con la población desplazada, colaborando con servicios médicos y medicinas, alimentación, vestido y cobijas ante la inclemencia del clima.
“Estamos movilizándonos en cada parroquia, juntando víveres y llevándolos; es difícil porque es un traslado de cuatro horas, pero estamos haciendo un gran esfuerzo”. Consideró que esto mismo hubiera hecho don Samuel Ruiz, “quien estuvo siempre dispuesto a estar con los pobres. Tratamos de seguir su ejemplo, estar con ellos, con las víctimas, ser la voz de ellos, por eso fui personalmente a ese lugar”.
Explicó que las Cáritas de las diócesis cercanas se están coordinando, y proporcionó la cuenta bancaria de Cáritas de San Cristóbal de las Casas A.C. por si alguna persona desea colaborar económicamente para atender la emergencia humanitaria.
Banco Mercantil del Norte S.A.
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Número de cuenta: 0642624985
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