Lo habitual cuando un obispo aterriza en una diócesis es que pasen algunos meses hasta que lleve a cabo cambios en el organigrama diocesano. Sin embargo, Sebastià Taltavull ha decidido renovar la curia apenas unos días después de su toma de posesión.
Lo cierto es que Taltavull lleva un año como administrador diocesano lo que le ha permitido tomar el pulso a la Iglesia local para que, toda vez que ha asumido todas las competencias del Gobierno eclesial mallorquín, pueda comenzar a dar forma a esta nueva etapa.
Hoy mismo ha presidido el acto de juramento de los nuevos cargos, manteniendo al vicario general, pero nombrando, entre otros, un nuevo vicario de relaciones institucionales y patrimonio histórico y cultural, así como un vicario de territorio para Palma.
“A veces la gente no nos entiende y es una lástima”, expresó el obispo esta mañana que ha invitado a sus colaboradores a trabajar por una mejor comunicación con la sociedad como un “eje transversal” en su misión cotidiana. Consciente de las críticas de las que suele ser objeto la Iglesia, señaló que “no debe estar unido el clero, debe estar unida toda la comunidad”.
En plena crisis de los refugiados rohingyas, poco antes de que el Papa viajara a Myanmar, Bangladesh anunciaba la creación de un corredor humanitario para que parte de los más de 600.000 migrantes de esta minoría musulmana volvieran de forma escalonada al país.
Esta decisión se interpretó como un gesto de bienvenida al Papa frente a su constante denuncia de vulneración de derechos humanos a este colectivo. Pues bien, casi de forma simultánea a que el Papa pidiese en tierra birmana a las autoridades políticas un mayor respeto a las minorías étnicas, el Gobierno del país asiático ha anunciado una Conferencia sobre la Paz con las Minorías Étnicas. El foro tendrá lugar el próximo mes de enero y se buscará dar pasos en la mejora de relaciones con las minorías Shan así como los rohingya.
Unas horas antes de que el Papa aterrice en Bangladesh, se daba a conocer la desaparición del sacerdote Walter William Rosario. Al parecer, desde el pasado lunes su teléfono está desconectado y se sospecha que pudiera haber sido raptado por grupos yihadistas de la localidad de Natore, donde es director de una escuela católica.
Tras su estancia en una Myanmar mayoritariamente budista, Francisco llega a Daca, capital de un país con un 90 por ciento de población musulmana. Uno de los objetivos del viaje papal era precisamente es mostrar cómo es posible la convivencia entre religiosas en países con una fuerte impronta islámica.
Habrá que esperar cómo se desarrollan los acontecimientos, en tanto que no es la primera vez que el padre Walter ha sufrido un secuestro.