Las cifras en los viajes papales tienen siempre un valor relativo: convocar masas millonarias en Polonia o Colombia es algo a lo que estamos acostumbrados. Reunir a 80.000 fieles –algunas fuentes han hablado de 100.000– en un país donde los católicos no llegan a los 400.000 es toda una hazaña.
Así podemos calificar lo sucedido en la mañana de hoy viernes 1 de diciembre, cuando Francisco ha celebrado la Eucaristía en el parque dedicado a uno de los más grandes líderes de la nación, Huseyn Shaheed Suhrawardy, situado a seis kilómetros del centro de Dacca, la capital de Bangladesh, donde el Papa está de viaje apostólico desde ayer.
Ha sido una mañana soleada, no demasiado calurosa, 26 grados de temperatura que han agradecido los que desde el alba habían llegado desde todos los rincones de un país no demasiado extenso (150.000 kilómetros cuadrados, algo más de un tercio de España) pero muy densamente poblado y con un sistema de comunicaciones no muy desarrollado.
En el curso de la misa, Bergoglio ha ordenado sacerdotes a 16 jóvenes bengalíes. El número es considerable, dadas las exiguas dimensiones de la comunidad católica (0,24% de la población total), pero, como dijo el Santo Padre, “Bangladesh ha sido bendecido con vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa”.
En su breve homilía dirigida a los nuevos presbíteros, el Obispo de Roma les ha dado este sabio consejo: “Procurad creer lo que leéis, enseñar lo creéis y practicar lo que enseñáis”.
Al finalizar la misa, el cardenal arzobispo Patrick D’Rozario agradeció a Bergoglio su presencia: “Usted ama a Bangladesh, ha expresado ese amor de diferentes maneras, un amor que hace feliz al ‘pequeño rebaño’ que somos como cristianos”.
La celebración se desarrolló en latín, inglés y bengalí y fue una buena demostración de cómo la liturgia católica puede adaptarse a las diferentes variantes de la cultura y del folclore de una nación: el pueblo, por ejemplo, cantó en su lengua natal una bellísima versión del Padre Nuestro (Bergoglio la escuchaba con su habitual concentración), y al altar se acercaron bailando un grupo de muchachas con impecables saris de un blanco inmaculado. Ninguna excentricidad y enorme respeto de las tradiciones populares.
A primeras horas de la tarde, la primera ministra Sheikh Hasina visitará al Papa en la Nunciatura Apostólica. Es la líder del partido gubernamental Awami; hija del jeque Hasani, asesinado con toda su familia el 15 de agosto de 1975; ella y su hermana mayor Rehana salvaron su vida porque se encontraban visitando la entonces República Federal de Alemania.