Los obispos españoles declararon en su última Asamblea Plenaria –13 al 17 de noviembre– la ermita de la Blanca Paloma, el templo que acoge la imagen de la Virgen del Rocío, Santuario Nacional, paso previo imprescindible para el decreto de internacionalización.
La Conferencia Episcopal Española ha querido de esta manera poner en valor una de las advocaciones marianas que mayor devoción concita no solo en nuestro país sino también fuera de nuestras fronteras. Y es que el obispo de Huelva, José Vilaplana, trasladó a sus hermanos en el Episcopado la petición de la Hermandad Matriz de Almonte.
El presidente de la hermandad, Juan Ignacio Reales, ha mostrado, en declaraciones a ABC, su satisfacción por la declaración y su agradecimiento “a todos los obispos por el reconocimiento y en especial al obispo de Huelva por el apoyo prestado”. En sí, la declaración “no tiene una especial trascendencia”, pero “es un aval que la Conferencia Episcopal otorga a nuestro Santuario”, y un paso previo fundamental para que en un futuro el Santuario de la Virgen del Rocío sea reconocido por la Santa Sede como Santuario Internacional.
“Con su visita a Dhaka, el papa Francisco continúa su misión de poner a las periferias en el centro del mundo”. Así se expresa el arzobispo de Chittagong, Moses M. Costa, en una entrevista a Fides. “Con nuestra comunidad nos hemos estado preparando durante dos meses, sobre todo espiritualmente. Para nosotros es una bendición, un estímulo y un reconocimiento del trabajo realizado hasta ahora”, continúa.
La diócesis pastoreada por Costa cuenta con 35 sacerdotes, medio centenar de religiosas y 15 religiosos. “Somos una comunidad pequeña pero muy activa, especialmente en el campo de la educación, donde gestionamos varias escuelas, cuyo valor es reconocido por todos, pero también trabajamos en el desarrollo y en la ayuda de los más necesitados a través de los proyectos llevados a cabo por Cáritas”, relata el prelado.
La visita del Papa es, según el obispo, “una forma de hacer que nuestra presencia, una minoría pero fundamental, sea más conocida en el país y en el resto del mundo”. Y añade: “Aquí las diferentes religiones han vivido pacíficamente en el pasado. No queremos perder este legado. La visita del Santo Padre fortalecerá el espíritu de tolerancia y reconciliación, paz y armonía”. Una armonía que “debe encontrarse no solo entre las religiones, sino también entre las clases sociales, entre los ricos y los pobres, entre los privilegiados y los desfavorecidos”.
La Santa Sede hizo pública ayer, 30 de noviembre, la creación de dos nuevas diócesis en Nicaragua. El papa Francisco elevó a diócesis el Vicariato Apostólico de Bluefields, en el Caribe Sur, y creó la Diócesis de Siuna, en el Caribe Norte del país, según informa ACI Prensa.
Para la Diócesis de Bluefields fue nombrado como obispo Pablo Schimitz Simon, quien se desempeñaba como Vicario Apostólico en esta zona del país; mientras que para la Diócesis de Siuna fue nombrado David Albin Zywiec Sidor, hasta ahora obispo auxiliar del Vicariato Apostólico de Bluefields.
Según el comunicado del Vaticano, “la Diócesis de Bluefields, con 9 distritos civiles, será sufragánea de la Sede Metropolitana de Managua”. Por su parte, “la Diócesis de Siuna (Siunaënsis), con 11 distritos civiles, también será sufragánea de Managua”, añadió. El cardenal arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, ha felicitado a través de la cuenta de Facebook de la archidiócesis a los dos pastores, “de igual modo extiende su saludo y felicitaciones a los sacerdotes, religiosos y fieles de las dos nuevas diócesis a quienes acompaña con su oración”.