A través de un enérgico comunicado que lleva por título: “Sin respeto a las leyes no hay democracia”, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) ha sentado su posición crítica frente a la sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que el pasado 28 de noviembre ha habilitado al presidente Evo Morales a participar en los comicios de 2019 por un cuarto mandato, para el período 2019-2025.
En el pronunciamiento, dado a conocer el 6 de diciembre por secretario general de la CEB, Aurelio Pessoa, los obispos de Bolivia manifiestan que “no podemos callar ante la Sentencia del TCP 0084-2017, ya que desconoce dos referendos en los que el pueblo boliviano ha expresado su voluntad soberana: el que aprobó la Constitución en el año 2009 y el que rechazó la apertura de la Constitución para optar por la reelección en el año 2016”.
Proteger a los ciudadanos
La medida del TCP –que también favorece la postulación del vicepresidente, los gobernadores, los alcaldes, los concejales y los asambleístas para las elecciones generales de 2019– es contraria al artículo 23 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos que busca “proteger a los ciudadanos de la perpetuación en el poder de los gobernantes”, asegura la CEB.
No es la primera vez que la justicia intercede a favor de Morales. Aunque la Constitución boliviana solo permite dos mandatos consecutivos, el mismo TCP ya había habilitado su tercera candidatura en 2014, argumentando que su primer mandato (2006-2009) no contaba porque el país había sido refundado con la Carta Magna de 2009.
Por otra parte, la preocupación de la Iglesia boliviana no es menor si se considera que “la sentencia autoriza la reelección indefinida del Presidente y del Vicepresidente del Estado Plurinacional y otras autoridades”, con lo cual –dicen los obispos– “entramos en una época en la que los gobernantes, aprovechándose del poder judicial, interpretan según sus intereses las leyes y la más importante de ellas, la Constitución Política del Estado”.
“Se han roto los principios básicos de la democracia”
De este modo, haciendo eco a la “situación de decepción y desilusión que vive el pueblo”, la CEB eleva su voz para denunciar que “se han roto los principios básicos de la democracia: el respeto a las leyes, a la institucionalidad y a la separación de los poderes del Estado”, con lo cual, los obispos alertan que se está abriendo “el camino al totalitalismo y al dominio del más fuerte, con el consiguiente menoscabo de la libertad del pueblo”.
Al reconocer la complicidad del sistema judiciario, y ante las manifestaciones pacíficas y democráticas de la ciudadanía que “rechaza un proceso cuestionado en la selección y elección de autoridades judiciales”, la CEB reitera su llamado a la justicia, la ética y la transparencia.
Escuchar la voz del pueblo
“Como Iglesia hacemos votos para que nuestras autoridades nacionales escuchen la voz del pueblo, antes de descalificarla por intereses políticos”. A pesar de la delicada situación, los obispos confían en el imperativo de “gobernar sirviendo”. Además, “el pueblo sabrá actuar en conciencia, buscando lo mejor para nuestra amada Bolivia”, concluye el comunicado de la CEB.