Si uno ha crecido en un ambiente de parroquia, es díficil que no tenga sus propios recuerdos personales con Gesto, aquella pequeña revista que explicaba las vidas de los santos en cómic, con la que podías pasar un sábado entero recortando, coloreando y montando una hucha para llevar al día siguiente al Domund, y que lo mismo te enseñaba la importacia de dar las gracias que te invitaba a viajar en tu imaginación a los lugares más lejanos y exóticos.
Pues Gesto está cumpliendo 40 años, nunca ha dejado de editarse, en realidad. Obras Misionales Pontificias en España (OMP) nunca ha dejado de confiar en esta herramienta de difusión del Evangelio a los más pequeños. Al contrario. Acaba de darle un lavado de cara completo a la publicación, con nuevas secciones, aprovechándose de las nuevas tecnologías (o solo “tecnologías” para los niños de ahora), pero con el mismo espíritu de siempre: “Despertar en los niños el espíritu misionero”.
Vida Nueva entrevista a su directora, Miryam García (Madrid, 1985). Ella, que también fue niña lectora de Gesto, hoy se enfrenta al reto de aportar algo diferenciador y enriquecedor a los más pequeños y sobreestimulados de la casa.
“Una forma de vivir que sí interesa”
PREGUNTA.- A pesar de que la sociedad ya no es la misma que hace 40 años y de que la importancia que en general se da a la religión tampoco es la misma, ¿sigue habiendo hueco para una revista de inspiración religiosa dirigida a niños?
RESPUESTA.- Precisamente ese es el motivo que nos ha llevado a relanzar esta revista, que nunca ha dejado de editarse. Si bien es cierto que, actualmente, la formación religiosa de los niños no es la misma que la que recibimos las generaciones anteriores, y muchas veces su vivencia de la fe no se extiende al ámbito familiar ni social, o no perdura más allá de las catequesis de comunión, esta revista les presenta –de una forma atractiva y en su lenguaje- una forma de vivir que sí les va a interesar. Gesto es la revista de la infancia misionera cuyo lema es ‘Los niños ayudan a los niños’ y ese amor por los demás, ese espíritu solidario y comprometido,es un valor universal, que tiene cabida, quizá más que nunca, en los niños de hoy. Por eso Gesto es una oportunidad para niños y padres y profesores, pues es una pequeña revista que comunica el Evangelio (en su faceta más práctica) de una forma atractiva y actual. Les damos claves para descubrir a Dios en sus vidas y les animamos a que lo compartan y hablen de Jesús a los demás. A través de las historias misioneras tenemos la oportunidad de mostrarles lo que pasa en el mundo a los ojos de la fe y una forma de amar (la de la Iglesia y los misioneros) que es para todos y que todos merecen conocer.
P.- ¿Tiene sentido realizar un proyecto así sin la implicación de las familias, de la escuela o de la parroquia?
R.- Tiene todo el sentido del mundo. A veces, en las escuelas, son los proyectos curriculares los que marcan el contenido; en la parroquia, las catequesis van muy marcadas por los temarios y en casa, las prisas nos llevan a no encontrar momentos de hablar de las cosas que importan. Gesto viene en ayuda de padres, profesores y catequistas, pero sobre todo, en ayuda de los niños, que merecen conocer la belleza del amor de Jesús y descubrirla en sus vidas. Partiendo de historias misioneras, en nuestra revista ponemos sobre la mesa temas generales como el cuidado del medio ambiente, la pobreza, la diversidad… pero también ofrecemos ejemplos muy concretos de cómo se vive a la luz del Evangelio amando a los todos –sin distinción de raza, lengua o nación-, cuidando de los más débiles, construyendo un mundo más justo y disfrutando de la vida que Dios nos ha regalado. Y les enseñamos que la forma de vida misionera no solo es para los que marchan lejos, sino que se puede vivir en cualquier circunstancia y edad, que ellos son parte activa de esta forma de vida que surge de un amor profundo a los demás, que es generosa, que es alegre, que es comprometida…
Las secciones que componen esta nueva etapa de la revista son tan variadas que podrían utilizarse en clases de Geografía, Lengua, Ética… Pero además ofrecemos mucho entretenimiento e incluso una nueva sección que estrenamos en enero y se llama ‘En familia’, con la que presentaremos manualidades y recetas de cocina para que sean los propios niños quienes propicien momentos de encuentro familiares.
“Queremos avivar el sentimiento de pertenencia”
P.- Desde la revista ¿cómo intentáis hacer que los niños sientan que tienen un papel protagonista en la misión?
R.- Gesto es la revista de la infancia misionera, una obra pontificia en la que son los propios niños quienes se comprometen a ayudar (con su oración y sus donativos) a los niños del resto del mundo a través de las misiones. Esa es nuestra primera premisa, ser la revista de los niños que quieren vivir esto. Pero como no todos los niños conocen esta obra pontificia, en esta nueva etapa hemos abierto nuestras páginas para hacérselo descubrir a cualquier niño. Por eso hemos creado ‘La tribu de los pequeños misioneros’, una forma de avivar el sentimiento de pertenencia que tanto gusta a la infancia y que, siendo una tribu, es abierta a todo el que quiera adoptar unas costumbres y formar parte de este singular grupo. En esta sección vamos explicándoles cómo ser un pequeño misionero a través de textos, ilustraciones, cuestionarios, palabras de otros niños, recomendaciones de videos y libros… Con Gesto podrán conocer cómo vivir de una forma misionera las cosas que les pasan y plantearse preguntas y encontrar las respuesta.
También, en secciones como ‘Good news’ les contamos lo que se está haciendo en tantos países, a través de sus ayudas y donativos. Incluso estamos propiciando un intercambio de cartas con niños misioneros de otros países o con los propios misioneros. En realidad, cada sección les da claves para entender el papel que ellos tienen en la misión de la Iglesia y que comienza en cada una de sus casas y colegios.
“Una responsabilidad personal enorme”
P.- Muchos niños que crecieron leyendo Gesto, son misioneros en la actualidad. ¿Eso supone una responsabilidad añadida para ti?
R.- Sin duda. Saber que la semilla de la vocación misionera surgió en la niñez de tantos que hoy ya viven en la misión, pone de relieve que Gesto es un verdadero instrumento para la transmisión de la fe, y eso conlleva una responsabilidad enorme. Yo misma fui lectora de Gesto, así que recoger el testigo de Montserrat Vilaseca –que ha estado más de dos décadas al frente de la publicación- y de su predecesora, Montserrat Sarto –figura literaria sin precedentes y creadora de Gesto-, suscita en mí un gran respeto esta pequeña publicación. A todo esto, se añade lo que para mí es el mayor reto, y es lograr conectar con los niños de hoy y ser útiles para ellos, en medio de esta era digital y frenética. Pero, si en ocasiones he podido sentir algo de vértigo, ha habido una fuerza mayor –que sin duda venía de arriba– que me ha llenado de ilusión para acometer esta tarea y me ha permitido encontrar a grandes colaboradores que son los que, al fin y al cabo, hacen grande esta pequeña revista.