En horario de máxima audiencia. Noche del domingo 10 de diciembre. ‘La Sexta’. Una víctima de abusos sexuales relata su historia. La de aquel alumno de 8º de EGB en el internado del Seminario Menor de La Bañeza (León) que fue vejado por el sacerdote José Manuel Ramos Gordón, su profesor de Geografía e Historia. En el programa ‘Salvados’ de Jordi Évole, bajo el título ‘El silencio de La Bañeza’.
Oculta su rostro, pero no su nombre: Javier. Se suceden las declaraciones. Al principio, comedidas. Después, explícitas. “Se me hacía muy difícil que un sacerdote hiciera cosas tan terribles”. “No he vivido nada tan traumático como aquel primer día”. “Me desperté porque me estaba tocando”. “Te quedas inmóvil”. “Era tal el pánico que sentía que no piensas en gritar”. “Volvió muchas veces”. “Le daba igual verte llorar”. “La noche que venía y las que no venía eran un infierno”.
Por primera vez una víctima de abusos sexuales en el seno de la Iglesia da un paso al frente en un programa de televisión. Durante veinte años, Javier relató que guardó silencio. Hoy está casado y tiene un hijo, pero las secuelas permanecen: insomnio, ansiedad, falta de autoestima… De poco habían servido las denuncias que sí hizo en su momento su hermano al rector del seminario.
Pero en 2014, Javier decidió escribir al papa Francisco. A partir de ahí, aun con el delito prescrito por la vía civil y la vía canónica, la Santa Sede reabrió el caso. Sin embargo, Javier no se muestra satisfecho con el trato recibido, especialmente, porque dijo sentirse ignorado durante el proceso, motivo por el cual optó por hablar a los medios, una decisión que le llevó ayer hasta el programa de ‘La Sexta’.
Hechos execrables
Un día antes de la emisión del reportaje, La Opinión de Zamora, diario que destapó el caso, publicaba una entrevista con el actual obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, que declinó en cambio la invitación a participar en el programa de Évole. En ella, califica todo los casos como “execrables” y asegura haber puesto todos los medios a su alcance para proteger a los menores de posibles casos.
Además, confirma que la víctima de Ramos Gordón “efectivamente ha pedido un resarcimiento económico aunque fuera del proceso, pero el caso está cerrado. Durante el proceso no ha pedido nada y, por tanto, yo no puedo hacer ese resarcimiento sin que hubiera una sentencia canónica o civil, ya que sería malversación de fondos, pero el caso está prescrito”.
Por otro lado, el obispo de Astorga también admite que se está llevando a cabo “una investigación amplia” por parte de la Santa Sede a raíz de otras nuevas denuncias surgidas a raíz de este caso.
Además, en la entrevista relata cuál es la situación actual del sacerdote, que reconoció haber cometido los abusos: “Ha sido juzgado y se le ha impuesto una pena que ya ha cumplido. Este caso ya ha prescrito. En estos momentos ha pasado a la situación de jubilado al servicio en la Casa Sacerdotal de los sacerdotes mayores, ya que es el más joven de los que allí residen”.
