Tawadros II, Papa de la Iglesia Copta Ortodoxa, ha cancelado una reunión con Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, en El Cairo en protesta por la decisión de Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar su embajada de Tel Aviv. Pese a que Pence estará del 17 al 19 de diciembre en Egipto, no parece que ninguna autoridad quiera recibirlo, según pública The Times of Israel.
“Debido a la decisión tomada por la Administración estadounidense con respecto a Jerusalén en un momento inapropiado, no teniendo en cuenta los sentimientos de millones de pueblos árabes, la Iglesia Ortodoxa Copta egipcia se disculpa por haber aceptado recibir al Sr. Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, durante su visita en diciembre”, recoge un comunicado hecho público el 9 de diciembre.
El presidente palestino, Mahmud Abás, tampoco va a recibir al vicepresidente. Y el imán de la mezquita de Al-Azhar, Ahmad al-Tayeb, alude a la misma razón para desconvocar su encuentro con Pence: “No me sentaré con las personas que falsean la historia, roban los derechos de las personas y atacan sus lugares santos, dando lo que no les pertenece a los que no lo ganaron”.
“Es esencial en la actualidad hacer un cuidadoso análisis sobre cuestiones éticas y bioéticas”. Así lo afirma Nunzio Galantino, secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, en una entrevista a Vatican Insider con motivo de su conferencia en la Universidad Bocconi titulada ‘La bioética católica y la bioética secular: entre la historia y los acontecimientos actuales”.
“Me resulta difícil ver la eutanasia y el suicidio asistido como un signo de una civilización evolucionada, como se siente con excesiva certeza”, dice Galantino. Y es que “este camino representa una respuesta social demasiado superficial y apresurada a las necesidades reales de quienes padecen enfermedades o dolencias graves”, continúa.
El obispo considera que “su práctica sugiere un mensaje falso: hay vidas que, debido a sus condiciones contingentes, no son (o ya no son) dignas de ser vividas. Y la sociedad prefiere deshacerse de él (incluso en términos económicos), en lugar de asumirlo”. Y añade: “Tal lógica tendría como efecto final el de crear en la comunidad humana una ‘bolsa de residuos’ virtual, el grupo de aquellos cuya vida sería considerada ‘no digna’ y, en consecuencia, no digna de ser apoyada por la comunidad”.
El padre Kyle Schnippel, que tiene dos parroquias de Cincinnati (Estados Unidos) a su cargo, será uno de los perfiles más esperados por la audiencia en The Great American Baking Show, el MasterChef de los panaderos estadounidenses. “Mi mundo es tan extraño para ellos como su mundo para mí. Entonces, lo que quiero hacer es simplemente mostrar la alegría de ser sacerdote”, dijo Schnippel a CNA.
La tercera temporada de este concurso de ABC se estrenó el pasado 7 de diciembre. A lo largo de seis episodios, los concursantes viajarán por todo el país compitiendo por convertirse en el mejor panadero de América. Y esta será la nueva ‘misión’ del cura, quien considera que “puedes tomarte el sacerdocio muy en serio, pero también seguir divirtiéndote”.
Aunque la repostería tuvo una gran presencia en la casa del sacerdote durante su infancia, sus aventuras en la cocina comenzaron hace tres años, cuando decidió utilizar su horno para preparar comida para su primer festival parroquial. A sus parroquianos les ha dicho que se marcha unas semanas para un proyecto de evangelización. Y no miente…