Cuando el nuncio apostólico, Franco Coppola, le informó la decisión del papa Francisco para suceder en el cargo a Norberto Rivera Carrera, como Arzobispo Primado de México, al cardenal Carlos Aguiar Retes le vino a la mente la gran responsabilidad de gobernar una de las diócesis más grandes del mundo, pero inmediatamente también cayó en cuenta que no lo haría sólo, sino con la ayuda de la Virgen de Guadalupe, de cuya imagen será custodio.
En su calidad de arzobispo de México electo, luego de que el pasado 7 de diciembre, el Santo Padre determinara aceptar la renuncia del cardenal Norberto Rivera, Aguiar Retes concedió una entrevista al órgano informativo de esa Iglesia particular Desde la fe, en la que habla sobre sus preocupaciones pastorales y retos, así como de la responsabilidad de ser el XXXV sucesor del obispo fray Juan de Zumárraga.
Privilegiar el diálogo
Será el próximo 5 de febrero cuando el cardenal Aguiar tome posesión de la Arquidiócesis de México y comience su labor pastoral al frente de una de las diócesis más complejas. Se trata de conducir una Iglesia con desafíos y retos muy particulares, y por lo menos tres veces mayor que la de Tlalnepantla, de la que fuera arzobispo por más de ocho años.
Para Aguiar, si bien esto constituye una gran responsabilidad, confía en que podrá hacerle frente en virtud de su experiencia episcopal, de más de 20 años, primero como obispo de Texcoco y después como arzobispo en Tlalnepantla.
Desde una perspectiva pastoral, uno de los temas que más le preocupa en la Arquidiócesis de México es el proceso de renovación eclesial “para ser una Iglesia en salida y misionera”, así como procurar, “mediante un diálogo fraterno, la comunión eclesial entre todos los sectores de la Arquidiócesis, para lograr una pastoral que incida aportando los valores evangélicos en la transformación de la cultura, que, dado el cambio de época, está en marcha”.
El nuevo Arzobispo Primado también ve fundamental fortalecer las relaciones públicas con los diferentes actores sociales: ciudadanos, empresarios, trabajadores, líderes sindicales, funcionarios de gobierno, políticos, así como miembros de otras religiones e Iglesias, “y en general con quienes estén dispuestos a colaborar y generar las sinergias que ayuden a resolver los grandes problemas de la ciudad”, afirma.
Tras reconocer que ocupará el cargo a unos cuantos meses de uno de los procesos electorales más complicados de la historia del país, Aguiar dijo estar dispuesto a dialogar con todos los actores del proceso, “tratando de ser propositivo, y expresando con sinceridad y franqueza las preocupaciones sobre las actuales situaciones de la sociedad mexicana”.
“En la Virgen encontré consuelo”
El cardenal Aguiar Retes asegura que es consciente de los grandes retos que están por venir, pero le ha dado confianza el hecho de que los enfrentará bajo el auxilio y protección de la Virgen de Guadalupe, ante quien irá a postrarse el próximo 5 de febrero, luego de tomar posesión en la Catedral de México.
Tras la decisión del papa Francisco, “me vino a la mente el gozo y la alegría por la hermosa misión de custodiar y velar por nuestra Madre Santa María de Guadalupe, y de favorecer la arraigada devoción y amor de nuestro Pueblo de México a nuestra Santa Madre. Y en este pensamiento encontré mi consuelo. La Virgen es mi motivación y mi confianza para el ejercicio de mi ministerio episcopal”.
Al dirigirse a la comunidad de la Arquidiócesis de México, llamó a colaborar en la renovación eclesial que ha propuesto el papa Francisco a la Iglesia, y al presbiterio a una renovar de su vocación: pido a los sacerdotes “abrir su corazón a las necesidades de nuestro Pueblo, animados por la confianza en la promesa de Cristo de acompañarnos con el Espíritu Santo; asimismo, buscar juntos las mejores opciones para hacer presente el Reino de Dios entre nosotros”.
Finalmente, a los fieles laicos les pidió una mayor participación y escucha recíproca, así como compartir la fe e interpretar los signos de los tiempos, a fin de que, en discernimiento constante, puedan tomar las mejores decisiones. Y a quienes forman parte del mundo de la cultura, “les pido que tengan siempre presente en la generación de sus proyectos, como principal e indispensable fundamento, la dignidad de la persona humana”.