Guillermo León Escobar, embajador de Colombia ante la Santa Sede, falleció este domingo, 17 de diciembre. La noticia la dio a conocer el presidente Juan Manuel Santos, a través de Twitter, en un mensaje con el cual expresa su dolor por el hecho y recuerda que entre los méritos del diplomático católico se encuentra haber posibilitado junto a otros la visita del papa Francisco a Colombia.
Se desconocen, todavía, las circunstancias más específicas de su muerte, pero era sabido que enfrentaba un cáncer desde meses atrás.
PhD en Filosofía y letras de la Universidad de Bonn (Alemania); magíster en educación y teología; sociólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, especializado, además, en ciencias políticas, Guillermo León Escobar era en el momento de su muerte el colombiano que más conocía la vida de la Curia vaticana y que con mayor profundidad podía dar cuenta de las intenciones del obispo de Roma, en relación con la Iglesia.
Fue asesor del CELAM, por más de 20 años; consultor del Consejo Pontificio para la Familia y del Consejo Pontificio para los Laicos. Participó, también, en la Asamblea de Aparecida, como perito designado por el papa Benedicto XVI.
En varias oportunidades se desempeñó como embajador, responsabilidad que ejerció hasta el momento de su muerte, siendo reconocido en los círculos sociales romanos por su simpatía y afabilidad, además de por su erudición.
Durante una entrevista concedida este año a Javier Darío Restrepo, director de Vida Nueva Colombia, Escobar reflexionaba sobre la santidad como “aquel testimonio que, habiendo surgido desde lo más profundo de cada quien, se convierte en una convocatoria de la verdad de la buena nueva”. Fue eso lo que buscó este hombre durante sus décadas de servicio a la Iglesia.