Domingo. 10:30 horas. Comienza la misa en la parroquia de St. Bernadette, en Milwaukee (Estados Unidos). Empieza la homilía. Y un importante anuncio: “Estoy cansado de ocultarlo. Soy gay y célibe”. Así sorprendió el padre Greg Greiten a su feligresía. “Desde hace años, llevo una pesada carga, un secreto envuelto en un silencio que los líderes de mi Iglesia no han querido que yo comparta públicamente”, comentaba el sacerdote en una carta posterior, recogida por National Catholic Reporter.
El P. Greiten admite haberse sentido como “en cadena perpetua”, pero “hoy, rompo el silencio y me libero de los grilletes de la vergüenza que me embargaban desde una edad temprana. Hay mucho de qué hablar, reparar y sanar, mucho más allá de los límites de estas palabras impresas. ¡Soy gay!”. De esta manera se expresaba en su carta abierta. El cura mantiene que “desde mis días en el seminario en la década de 1980, me enseñaron que la homosexualidad era algo desordenado y a ser castigado”. Por eso, en su misiva explica que pensó hasta en el suicidio. Sin embargo, el pasado mes de mayo celebró 25 años de sacerdocio.
Greiten sostiene que, debido al silencio, “no hay auténticos modelos de sacerdotes saludables, equilibrados, homosexuales y célibes que sirvan de ejemplo para aquellos, jóvenes y mayores, que luchan por aceptar su orientación sexual”. Por eso, “solo pienso en ese día en que la Iglesia nos acepte como Dios nos creó y no tengamos miedo a ser expulsados del ministerio”. Ante su anuncio, una mujer de su parroquia se levantó. Y no, no se fue. “¡Dios te bendiga, padre!”, exclamó. El resto de los asistentes respondieron con aplausos.
El cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, ha felicitado a Sarah Mullally, quien se convertirá en la próxima obispa anglicana de Londres. “Hoy felicito a la reverenda por su nombramiento. Le aseguro mis oraciones mientras se prepara para asumir el liderazgo en la próspera diócesis”, afirmó, como recoge Independent Catholic News.
“Espero con ansias nuestra asociación para hacer conocer a Cristo en esta ciudad diversa y tranquila”, añadió el purpurado. Como ya recogió ayer este portal, Mullally, actualmente obispa de Crediton, se convertirá en la 133ª obispo de Londres y sucederá a Richard Chartres, retirado a principios de año.
Sarah Mullally, presentada el lunes por la mañana toda la diócesis en la Catedral de San Pablo, está casada y tiene dos hijos. En sus primeras palabras públicas, la nueva obispa ha dicho que es “un gran honor ser nominada a la sede de Londres. Siempre he tenido una sola vocación: seguir a Jesucristo, conocerlo y darlo a conocer, siempre buscando vivir con compasión al servicio de otros, ya sea como enfermera, sacerdote u obispo”.
Una comunidad indígena de Perú bautizó con el nombre de Papa Francisco a 1.800 hectáreas de Amazonía, en reconocimiento a su preocupación por cuidar y conservar el medio ambiente frente al cambio climático, según anunció ayer, 18 de diciembre, el Ministerio de Medio Ambiente peruano, y recoge La Vanguardia.
El “Nihii Eupa Francisco” (bosque papa Francisco, en la lengua nativa de la etnia amahuaca) se encuentra en la comunidad nativa de Boca Pariamanu, situada en la selvática región de Madre de Dios, cuya capital, Puerto Maldonado, visitará el Pontífice el próximo 19 de enero. Los nativos entregarán al Papa el acta de la asamblea donde acordaron denominar a su bosque con el nombre del Pontífice para que conozca las acciones de protección y conservación de los bosques que realizan los miembros de la comunidad indígena.
La comunidad de Boca Pariamanu está conformada por 180 habitantes agrupados en veinte familias, y es la única comunidad de Madre de Dios de la etnia amahuaca (hijos de la capibara, animal que se dice podía cantar en la lengua originaria de este pueblo). El bosque en el que vive este grupo de nativos sirve de hogar para especies como águilas harpías, jaguares, tapires, maquisapas, huanganas, águilas crestadas y venados, además de concentrar árboles como el castaño, el cedro, la caoba y el shihuahuaco.