En la mañana de hoy martes 19 de diciembre, el portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, ha anunciado que Francisco viajará el 17 de marzo de 2018 hasta Pieltrecina, cerca de Benevento, así como a San Giovanni Rotondo, donde se conserva el cuerpo del san Pío, en el 50º aniversario de su muerte.
San Pío fue un fraile capuchino nacido a finales del siglo XIX famoso por haber llevado los estigmas. Después de la II Guerra Mundial fundó los llamados Grupos de Oración del Padre Pío, que en treinta años llegaron hasta 1.400 con más de 15.000 miembros. En 1940 comenzó la construcción de una de sus obras más destacadas, la Casa Alivio del Sufrimiento, un hospital donde se busca curar a los enfermos desde el punto de vista físico, pero también espiritual. A la inauguración asistió el propio papa Pío XII, quien además dispensó a san Pío de su voto de pobreza para que administrara las obras.
En septiembre de 1968 se cumplió el 50º aniversario de sus estigmas, y tres días después murió a la edad de 81 años. Nada más morir ,comenzó la preparación de su beatificación, que llevó a cabo Juan Pablo II en 1999, para finalmente declararle santo en 2002.
Ya en 2009 Benedicto XVI realizó una visita pastoral a las mismas localidades italianas, para venerar los restos del popular santo.
Por otra parte, también esta mañana la Congregación para las Causas de los Santos ha publicado una serie de decretos en los que reconoce la virtud heroica de varias personas y la autenticidad de milagros atribuidos a otras. Recordemos que la virtud heroica se puede considerar el primer paso hacia la beatificación.
Los tres milagros que se reconocen por este decreto fueron realizados por Jean Baptiste Fouque, sacerdote de Marsella; Tiburcio Arnáiz, jesuita vallisoletano, fundador de las Misioneras de las Doctrinas Rurales; y la venezolana Maria Carmen Rendiles Martínez, Fundadora del Instituto Siervas de Jesús de Venezuela.
Se reconoce asimismo el martirio del Siervo de Dios Teodoro Ilera del Olmo y 15 compañeros asesinados por su fe durante la Guerra Civil; y las virtudes heroicas de Alfonso Barzana, jesuita del siglo XVI, y Mariana de San José, fundadora de los monasterios de hermanas Agustinas Recoletas.