Pasado el mediodía del martes 19 de diciembre, el presidente Mauricio Macri recibió en la Casa Rosada a la nueva Comisión Ejecutiva del Episcopado, conformada en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el pasado 7 de noviembre.
Inicialmente, la reunión con el presidente argentino estaba pautada para el lunes 18, pero fue cambiada de día en medio de la brutalidad desatada en las inmediaciones del Congreso de la Nación mientras los Diputados discutían en el recinto la reforma previsional que presentó el Gobierno para contrarrestar el déficit que sufre el país, perjudicando a los jubilados.
Por eso, hasta bien entrada la mañana, aún existía la posibilidad de posponer nuevamente esta reunión del Gobierno con las máximas autoridades del Episcopado. Según el parte de prensa del Episcopado, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, encabezó la comitiva integrada por el vicepresidente primero, Mario Poli, el vicepresidente segundo, Marcelo Colombo, y por el secretario general, Carlos Malfa. Por parte del Gobierno, acompañaron al presidente Macri el jefe de gabinete, Marcos Peña; el vicejefe de gabinete, Mario Quintana; el Canciller Jorge Faurie; la Ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca; el Secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el Secretario de Culto, Santiago de Estrada; y el subsecretario del área, Alfredo Abriani.
Macri saluda a Ojea. Al lado, el cardenal Poli
Encuentro cordial
Según fuentes eclesiales, los tres obispos y el cardenal salieron de la Casa de Gobierno con la sensación de haber sido escuchados por un presidente que tiene un rumbo claro y que, más allá de las dificultades políticas de público conocimiento, parece no perder la meta con respuestas a absolutamente todo.
El comunicado oficial de la CEA difundió que los obispos presentaron “sus saludos con motivo de las próximas fiestas navideñas, y le obsequió al Presidente y al jefe de Gabinete, ejemplares del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”.
A pesar a la triste jornada vivida ayer, donde quedó expuesta la presión ejercida por sectores del Gobierno Nacional a los gobernadores de las provincias y a muchos legisladores para aprobar la ley de reforma previsional, durante esta reunión se dio “un diálogo cordial, y sin agenda previa”, en donde “se habló durante casi una hora, con franqueza y claridad sobre la situación socio-política que está viviendo el país”.
“En ese contexto –describe el comunicado de la CEA–, los obispos expresaron al Presidente de la Nación sus preocupaciones por la situación de los jubilados, la magnitud de los hechos de violencia registrados y la característica de la respuesta de las fuerzas de seguridad. Asimismo, le manifestaron la necesidad de que en esta coyuntura económica, el mayor esfuerzo lo realicen los que más tienen”.
En línea con el comunicado ‘La construcción de consenso es el único camino’, difundido ayer por la Comisión Ejecutiva del Episcopado argentino luego de los bochornosos acontecimientos que se desataron en los alrededores del Congreso, primero, y en la Avenida 9 de Julio, después, los prelados “reafirmaron la necesidad de continuar el camino del diálogo, en el marco de las instituciones democráticas y de asociaciones representativas de la sociedad civil y comunidades religiosas”.
Así pasó la primera reunión de la nueva Comisión Ejecutiva de la CEA con el Presidente de la Nación, justamente en medio de una situación política y social delicada, por demás.
