Se trata de una convocatoria abierta realizada por el centro de Magisterio Sagrado Corazón, adscrito a la Universidad de Córdoba y promovido por la diócesis. Tiene el nombre de Madre y Maestra de Vida. Un premio dotado con 2.000 euros y destinado a las universitarias que, habiéndose quedado embarazadas, decidan no abortar.
Según las bases del certamen, se busca reconocer a “una alumna universitaria, matriculada durante los cursos académicos 2016-2017 y 2017-2018 en los títulos oficiales de grado y posgrado de la Universidad de Córdoba que se encuentre -o se haya encontrado- en período de gestación y haya decidido seguir adelante con el embarazo a pesar de todas las dificultades que este hecho pudiera entrañar”. Así, se invita a las candidatas a exponer en un relato cuáles fueron las dificultades y la motivación que le llevó a seguir adelante.
Con este punto de partida, el revuelo generado en la ciudad ha sido tal que grupo de Izquierda Unida ha solicitado la retirada de la convocatoria. Frente a ello, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha defendido el premio como iniciativa que “defiende a la vida y a la libertad de la mujer”.
“Si una mujer en el ejercicio de su libertad decide abortar, todos la apoyan, pero si una persona en el ejercicio de su libertad decide ir adelante con su embarazo: silencio en escena”, reflexiona Fernández en un comunicado en el que subraya que “no debemos admitir ninguna dictadura que recorte la libertad”.
El cardenal arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, se encuentra en el punto de mira después de que la publicación italiana L’Esspreso publicara un artículo en el que afirma que el purpurado recibiría mensualmente de la Universidad Católica de Honduras unos 35.000 euros.
Ya desde el propio centro universitario se matizó que no solo Maradiaga recibe un respaldo económico, sino el resto de obispos hondureños, con el fin de “ayudar a las diócesis, no para el uso personal”. De hecho, estos ingresos estarían destinados a pagar el sueldo de todo el clero diocesano, esto es, unos 120 sacerdotes, amén de apoyar el sustento de algunas parroquias rurales.
En L’Esspreso también se afirmaba que el obispo de Tegucigalpa habría sido investigado por este asunto desde Roma, extremo que sí ha confirmado el portavoz vaticano Greg Burke. De hecho fue el propio Papa Francisco quien encargó personalmente la investigación -en el que también se abordaría el comportamiento supuestamente irregular del auxiliar de Maradiaga, Juan José Pineda-.
Ya hay milagro atribuido al Papa Montini que cuenta con el visto bueno de la Congregación para la Causa de los Santos. Así lo asegura el diario La Repubblica que, según fuentes de la diócesis de Brescia, da por hecho que la canonización de Pablo VI podría tener lugar en octubre de 2018, en la apertura del Sínodo de los Jóvenes.
Así, sería el nacimiento de una niña después de que se rompiera la placenta de su madre, la gracia que se habría concedido por la intercesión del Papa. El caso tuvo lugar en 2014, después de que la madre acudiera a rezar por la salud de su futuro bebé al Santuario de las Gracias de Brescia, lugar vinculado a la devoción de Montini. Se contaría así pues con el paso indispensable para elevar definitivamente a Pablo VI a los altares, el Pontífice que sin duda tiene Jorge Mario Bergoglio como referencia.