La decisión del Gobierno de Perú de indultar al expresidente Alberto Fujimori argumentado motivos de salud, ha desencadenado un terremoto social y político del que la Iglesia no ha podido mantenerse al margen.“No se puede construir la paz social en el Perú a partir de una propuesta de reconciliación, que, lejos de unir, genere un enfrentamiento mayor”. Con esta contundencia se ha manifestado el arzobispo de Trujillo, Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, que reiteró el respaldo sin fisuras de la Iglesia a las víctimas y a los últimos de la sociedad.
“Veo con muchísima preocupación los acontecimientos de los últimos días en nuestra patria. Hemos pasado de poner en riesgo la institucionalidad del país, a sumergirnos en sospechas de componendas políticas, que han generado una profunda polarización en nuestra patria”, mantiene Cabrejos a través de un comunicado en el que subraya la necesidad de que las autoridades velen por proteger la confianza que les otorgan los ciudadanos desde la honestidad.
En esta misma línea, alerta del riesgo que supone dar la espalda al pueblo peruano, considerándolo un atentado grave “contra la institucionalidad, la gobernabilidad y la estabilidad del país”, justo cuando apenas quedan dos semanas para el viaje del Papa al país andino.
“Los peruanos tenemos derecho a que nuestras autoridades se conduzcan con la verdad, sin ocultamientos ni relativismos, y que en el ejercicio de sus funciones se desenvuelvan sobre los pilares de la ética, la moral y la primacía del bien común”, sentencia el arzobispo.