Al anochecer del próximo lunes 15 de enero, el Papa Francisco llegará al aeropuerto internacional de Santiago de Chile en visita pastoral. Presidirá tres Misas, en cada una de las ciudades en las que estará: Temuco, Iquique y Santiago. Se espera una concurrencia multitudinaria a cada una de ellas. Desde Iquique saldrá de Chile, el jueves 18 por la tarde, hacia Lima, Perú, para iniciar allí otra visita similar. En esos tres días tendrá encuentros con varios diferentes grupos de la Iglesia y de la sociedad. “Esta apretada agenda expresa el cariño que tiene el Papa por visitar, reconocer y valorar la sociedad chilena y sus dificultades, como puede ser la visita de La Araucanía. Pero sabemos que su visita ayudará al encuentro en el país”, dijo en noviembre pasado Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago y Coordinador nacional de la Comisión encargada de la preparación de esta visita. Se refería allí al conflicto que mantiene el pueblo mapuche hace ya varios años, en esa zona.
En entrevista exclusiva para Vida Nueva Digital este obispo de 59 años de edad y poco más de 3 desde su consagración episcopal, aceptó referirse al ambiente eclesial y social que acogerá al Papa.
VN. ¿Qué aspectos destaca, monseñor, de la Iglesia que acogerá al Papa en Chile
En primer lugar, destaco una Iglesia que con gran cariño quiere recibir al Papa, al sucesor de Pedro. No sólo los ministros ordenados, como Obispos, sacerdotes y diáconos, sino también el pueblo fiel se siente muy contento por el hecho de que el Papa Francisco vendrá a Chile. Esto se advierte por las innumerables muestras de colaboración y ayuda que se han hecho presente con ocasión de la organización de su visita.
Destaco también una Iglesia en permanente búsqueda de cómo renovar su misión evangelizadora al servicio del pueblo de Dios, especialmente en medio de un ambiente de grandes transformaciones culturales en la sociedad chilena que va hacia formas de vida más individualistas, consumistas y materialistas. Es una Iglesia que quiere ser fiel a la voluntad de Dios en medio de cambios y transformaciones muy profundas y rápidas en la sociedad chilena.
Es también una Iglesia golpeada por los casos de abusos sexuales de algunos clérigos y la fuerte exposición mediática de los mismos. Ha sido una realidad que ha avergonzado a los miembros de la Iglesia, pero también ha ayudado a que este tipo de situaciones se enfrenten de manera decidida y para que la Iglesia, en general, asuma con humildad su historia reciente, para que en el futuro no ocurra lo mismo.
Finalmente es una Iglesia que se ha tomado en serio lo que significa ser discípulos misioneros y ser una Iglesia en salida hacia las periferias de la sociedad. A pesar de sus limitaciones, la Iglesia chilena sigue teniendo grandes cantidades de obras en el plano educacional, especialmente en sectores más vulnerables, y también en el plano social.
Crisis de confianza
Como auxiliar del cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, el obispo Ramos se desempeña como Vicario General del Arzobispado. Antes de ingresar al Seminario se tituló de ingeniero forestal en la Universidad de Chile. Luego, siendo sacerdote obtuvo el grado de Doctor en Teología con especialización en Sagrada Escritura, en la Pontificia Universidad Gregoriana. En noviembre del año 2016 fue elegido Secretario General del Episcopado por el período restante del anterior secretario, por lo que en noviembre pasado fue ratificado por un período ordinario de tres años. En función de este cargo asumió la presidencia de la Comisión Preparatoria de la Visita del Papa en cuya labor ha debido afrontar la escasez de tiempo, las tensiones sociales existentes en el país y en la iglesia chilena y las presiones desde diversos sectores.
VN. ¿Cómo percibe usted la crisis de confianza en el país que también afectaría a la Iglesia? ¿Tendrá impacto en la visita del Papa?
La crisis de confianza en la sociedad chilena es una crisis real, pero tiene ciertas características propias que la hace ser una crisis especial. Por una parte, hay una gran desconfianza hacia casi todas las instituciones del país. Las menos aceptadas son todas aquellas que tienen que ver con el ejercicio de la política. Las más altruistas son mejor evaluadas. La iglesia se encuentra a la mitad de entre las más confiables y las menos. Lo curioso es que un número importante de chilenos tiende a tener una visión negativa de las instituciones en términos generales, pero cuando tiene que referirse a una institución representada por personas que están cerca suyo, entonces, la percepción tiende a ser mucho más positiva.
Con todo, la visita del Papa seguramente será un evento que convoque a gran cantidad de personas. Es cierto que con cierta frecuencia aparecen voces críticas a la venida del Sumo Pontífice.
Crecer en comunión y participación
VN. ¿Y qué efectos espera usted que deje Francisco en la Iglesia chilena?
Creo que la visita del Papa Francisco nos renovará fuertemente en la fe en Cristo. Sabemos que él viene en nombre del Señor, así que eso nos hace anhelar su visita como la de aquel que nos habla en nombre de Dios para nuestro tiempo.
También nos hará crecer en comunión y participación eclesial. La visita del Papa a un país produce dinámicas de comunión entre mucha gente, entre las diócesis, entre laicos y ministros ordenados y consagrados, etc.
Finalmente, su presencia en medio de nosotros nos favorecerá para que podamos comprender y comprometernos mejor con los anhelos, esperanzas, dolores y temores de los hombres y mujeres de nuestro tiempo en el Chile actual.