Santos Montoya recoloca los carteles con los nombres de los auxiliares en la mesa de la sala de prensa de la madrileña calle de la Papa. Con naturalidad, coge una silla y la reubica ante la mirada de los periodistas y fotógrafos. Nuevos aires episcopales para la Archidiócesis de Madrid. Los que ofrecen los tres nuevos obispos auxiliares unidos al cardenal Carlos Osoro y al otro auxiliar Juan Antonio Martínez Camino.
“Juntos queremos manifestar lo que el Señor quiere para nosotros: vivir, compartir el trabajo, la misión y la tarea que todo obispo tiene”, explicaba el cardenal arzobispo de Madrid en una rueda de prensa que tuvo lugar una hora después de que la Santa Sede confirmara el nombramiento de Jesús Vidal, José Cobo y Santos Montoya. “Trabajando en equipo quiero hacer realidad la sinodalidad de la Iglesia que nos pide el Papa y mostrar que no es un ente”, sentenció.
“El obispo fundamentalmente es un hombre de fe. Tener además un economista, un abogado y un químico que además son licenciados en moral y dogmática, supone un valor añadido a unas personas que se han volcado en labores pastorales en parroquias y otras misiones”, subrayó Osoro en una de sus intervenciones, que expresó cómo los perfiles de los tres auxiliares suponen también un signo de los tiempos, “para que la economía tenga corazón, que el derecho busque el bien de todos y que la ciencia no es enemiga de la fe”.
Sorprendidos por la elección
“Nos enteramos hace poco. Yo no me lo esperaba, y por la perplejidad me costó agradecerlo”, explica José Cobo: “Aceptar no fue complicado, porque el ‘sí’ más grande ya lo dimos hace tiempo. Ahora lo que toca es responder en fraternidad al plan diocesano que está en la cocina”. El que, a partir de ahora es el obispo más joven de España, destacó que “la juventud es un lugar de gran esperanza”, por lo que destacó la importancia que tiene el próximo Sínodo de 2018. Por su parte, Jesús Vidal comentó cómo el ministerio episcopal “es una llamada dentro de la llamada, unidos de cerca a Don Carlos, ayudarle a comunicar su misión a su Iglesia”.
“Fue una sorpresa grande. Aunque pululaban rumores, yo los dejaba pasar. Cuando recibí la llamada de Don Carlos, reconocí de inmediato mi propia incapacidad, consciente de que son muchos los hermanos sacerdotes que podían estar en esta misma mesa”, reflexionó Santos, que expresó “su deseo de colaborar en unas tareas que todavía no están perfiladas”.
Estar al lado de la gente
“Nadie podrá decir que no he recorrido ni he pateado la diócesis. Me he metido en todos los lugares, en todas las situaciones”, explicaba Osoro haciendo balance de sus tres años al frente de la diócesis de la capital de España. Sobre cómo será a partir de ahora el Gobierno eclesial, el cardenal comentó que “no se va a eliminar a nadie ni se van a cambiar las funciones de los vicarios”. Sobre las competencias de los auxiliares, detalló que “cada uno tendrá su misión, aunque lo haremos perfilando sin prisa, pero sin pausa. Algo hemos hablado pero quiero concretar con ellos”.
Eso sí, quiso poner en valor la labor de acompañamiento que tienen que llevar los obispos: “Tenemos que estar al lado de la gente. En la Iglesia, o salimos juntos todos, o no es Iglesia de Jesucristo”. En esta misma línea, concretó que “la visita pastoral no puede ser un momento puntual, el obispo tiene que estar en visita permanente a las comunidades, caminar con ellos”.